Los páramos de la estupidez
Si bien ya desde hace meses (o años) leer las noticias en Bolivia consistía siempre en el paseo por diversos infiernillos e infiernotes, ahora eso se ha elevado hasta un punto que no recordaba desde García Meza. Acabo de hacerlo, sintiéndome totalmente sobrepasado.
Los verdaderos desastres de este nuevo Gobierno, a todas luces aún peor que los de Evo (en ningún momento hay que olvidar o dejar de mencionar el apropiado e incontrovertible mote de ‘el Fraudulento’, que nunca más se sacará de encima) no paran de suceder, casi a diario. Más o menos visibles, siempre indignantes y cochinos, más o menos letales para este desgraciado país.
Esa es otra cosa que impresiona: los desastres se acumulan, y mucho más de la mitad de la población boliviana ni se entera en lo más mínimo, por mucho que estén a la vista. Ni qué hacerle: hay regímenes que exigen, para imponerse, de la ceguera y la estupidez masiva de sus poblaciones. Piénsese en quienes aclaman a Evo, Trump, Maduro o Bolsonaro.
Este país cayó en la más espantosa de las ollas y no se ve que vaya a salir de ella en muchísimo tiempo. ¿Podrá rescatarse a sí mismo un día? Así como tampoco parece que Venezuela vaya a hacerlo nunca más, la suerte de este parece ya jugada.
Ya solo cabe esperar, supongo, que la “sociedad civil” tome mayor espacio, no se deje, sea más fuerte y cree sus islotes. Que la travesía por los páramos de la estupidez, el matonaje político, la devastación de la Amazonía y la corrupción desbocada, y etcétera, será larga muy larga.
El autor es escritor
Columnas de JUAN CRISTÓBAL MAC LEAN E.