Las FFAA jamás permitirán milicias armadas
Los generals Ovando y Barrientos fueron amigos mientras pertenecían a la célula militar del MNR. Dejaron de serlo cuando Barrientos propuso crear una fuerza especial con tropa de pago y dependiente del presidente de forma directa.
Ovando consideró un oprobio y rechazó de plano tal propuesta, en aquel momento el primero era comandante en jefe de las FFAA y el segundo, presidente de la república.
¿Porqué la controversia, porqué la enemistad? Formado como militar de honor perteneciente al arma de caballería, Alfredo Ovando era considerado un abanderado de la institucionalidad. Su foja de servicios ”era limpia y convincente”, según Raúl Salmón que escribió La historia de las armas antes de ser nombrado alcalde de La Paz. Barrientos, en cambio, oficial de aviación, menos serio y menos leído que el pandino, tenía otras aficiones: viajar (se dice que ”montado en un helicóptero” visitó más de mil poblaciones) trabando amistad con dirigentes campesinos y deportivos a quienes hacía llegar modestos presentes en cada una de sus visitas.
Al interior de los cuarteles se debatió intensamente la creación de la unidad de mercenarios que bautizó Furmod (Fuerza Armada Revolucionaria para la defensa del Orden y Desarrollo). Pocos días antes de su misteriosa muerte había incorporado 600 hombres que estaban siendo dotados de armamento. Tomás Molina en su Barrientos: ¿accidente o atentado? atribuye a Ovando la desaparición del caudillo que buscó ser dictador.
Para Ovando esto era imposible, los regimientos obedecían verticalmente a sus ”mandos naturales” y solían actuar por orden jerárquico según sus propios códigos y regulaciones.
La controversia entre ambas posiciones se manifestó en la Noche de San Juan de 1967, cuando tropas regulares, por orden expresa del presidente aviador, entraron a las minas Huanuni, Catavi, Siglo XX, Cancañiri con el cruento resultado de vidas humanas de obreros que resistían la rebaja de salario dispuesta por Barrientos. Declararon huelga general e indefinida.
Se actualiza el debate por los anuncios masistas de crear “milicias armadas”, como en Cuba o Venezuela, a cargo de la represión y de ejecutar órdenes del presidente sin opción a oponerse. Los ciudadanos asocian milicias con dictadura, de ahí la resistencia.
En los regímenes de corte totalitario resulta característica la dependencia entre poder estatal y milicias armadas, se facilita todo a menudo como el origen de conflictos armados de un Estado con otro, y el inicio de las guerras más concretamente de la Segunda Guerra Mundial con el caudillismo de Mussolini y Hitler.
El autor es periodista
Columnas de MAURICIO AIRA