Catástrofe inminente
Los casos nuevos de Covid en Cochabamba sumaron 6.136 en los últimos 10 días. En promedio, 613 diarios; 25,5 cada hora; un contagio cada dos minutos y 21 segundos.
La escalada de contagios va a incrementarse en los días y semanas que siguen, en parte, debido al natural descenso de temperaturas propio del otoño y de invierno que comienza en un mes. Y el sistema de salud está colapsado, es decir que el número de enfermos con Covid que necesitan internarse supera al de los espacios, camas, libres en hospitales y clínicas del sistema de salud público, seguros de salud y nosocomios privados. Además de los hospitales repletos, hay cadáveres que esperan para ser cremados y gente que muere en la vía pública.
Y aún no estamos en lo peor de la escalada. Aún no, pero estamos volviendo a vivir una situación similar a la del año pasado. Pero el año pasado nadie esperaba la pandemia. Ahora lo que está ocurriendo estaba anunciado, sabíamos, desde fines de enero, que venía la tercera ola, y desde inicios de marzo que la cepa brasileña, más contagiosa y letal, estaba entre nosotros.
¿Cómo hemos llegado a esta situación de inminente catástrofe sanitaria? La respuesta es obvia: no aplicamos las medidas de bioseguridad y facilitamos el contagio, el nuestro y el de los demás. Es obvio y los especialistas lo confirman. El descuido sucede en el transporte público, mercados y otros lugares de frecuentación colectiva.
Es tal el descuido, que las fiestas y encuentros sociales ocurren como si no existiese riesgo de contagio en todo momento y en todo lugar. Y ese peligro es el mismo para todos, incluidos los jóvenes rebosantes de salud, muchos de los cuales asisten a encuentros festivos donde el frenesí colectivo excluye toda medida de bioseguridad.
Esos eventos, cuya frecuente ocurrencia se constata en videos difundidos en las redes sociales, son una real fuente de infección. Infección que no se limita a ese contexto, sino se extiende a los hogares, en una cadena de contagios. Ésa es la amenaza que muchos parecen ignorar y que sólo podremos evitarla corrigiendo nuestras actitudes imprudentes, pues estamos en plena pandemia y una tercera, más agresiva que las anteriores, es inminente.
Si la sociedad no cumple con las medidas de bioseguridad, se tendrá una “catástrofe sanitaria”, porque el sistema de salud está colapsado, asegura el presidente de la Sociedad de Medicina Crítica de Cochabamba. El Servicio Departamental de Salud (Sedes) estima que, en el peor de los casos, en un mes tendremos unos 850 casos nuevos diarios.
Ése es el peor de los escenarios, pero podríamos evitarlo, y si no lo hacemos es responsabilidad de cada uno, de los padres imprudentes que permiten a sus hijos jóvenes llevar una vida social sin prudencia, y de los jóvenes que llevan el contagio a sus casas.