Vacunas: ¿el fin del monopolio del Gobierno?
Seis meses tuvieron que pasar para que el Gobierno acceda a considerar la posibilidad de que las gobernaciones y gobiernos autónomos municipales (GAM) del país puedan importar vacunas contra la Covid-19.
Y decimos “considerar la posibilidad”, porque el Gobierno aún no ha otorgado esa facultad que demandan algunas gobernaciones y municipios –que no están administradas por el MAS– desde el mes de diciembre de 2020.
Los pedidos para poder importar vacunas anticovid se formularon en repetidas ocasiones, y con mayor frecuencia desde hace que las nuevas autoridades subnacionales fueron posesionadas, el 3 de mayo.
Esas demandas estaban y están sustentadas en el legítimo y justificado propósito de inmunizar contra la Covid, al menos al 70% de la población –el porcentaje mínimo necesario para conseguir la inmunidad colectiva que logre detener el avance de la pandemia– en el menor plazo.
Hasta ahora, la vacunación masiva y rápida es el único recurso seguro parar la peste. Eso lo demuestra la experiencia de Israel, donde en seis meses se vacunó con las dos dosis al 60% de la población y al 57% con una, y los contagios diarios bajaron de 8.190, el 17 de enero, a solo cinco, el domingo 13 de junio.
Pero Israel cuenta con suficientes vacunas y un sistema de inmunización organizado y muy eficiente. Eso no ocurre en Bolivia. Primero, porque las dosis de inmunizantes llegan por partidas menores de las anunciadas desde el mes de enero y la campaña de vacunación tuvo que interrumpirse varias veces debido a la carencia del producto farmacéutico. Y, segundo, su aplicación –al principio muy desorganizada, ahora mejor– es lenta: hasta ahora, en dos meses de campaña de verdad masiva, se ha vacunado con las dos dosis a casi el 5% de la población meta (7,2 millones de personas) y al 17% con una sola dosis. A ese ritmo, Bolivia conseguirá la inmunidad colectiva a fines de 2023.
Esto podría cambiar si las GAM estuvieran habilitadas para importar vacunas directamente como lo exigen al Gobierno, cuyas autoridades responden que “sí pueden”.
“Cualquier gobernación, cualquier municipio (…) puede importar vacunas”, aseguraba a mediados de abril el Viceministro de Comercio Exterior, citando el decreto que autoriza “a las entidades territoriales autónomas (…) efectuar la contratación directa (…) de vacunas”, pero omitiendo mencionar que esa autorización es “para la adquisición de vacunas contra la Covid-19 en el mercado interno”.
El viernes, el Gobierno y seis municipios llegaron a un acuerdo para “dar mayor facilidad en la compra de vacunas”, y “se está trabajando un decreto supremo” con ese propósito, anunció ayer el presidente de Diputados. Ojalá trabajen rápido y Bolivia pueda disponer de vacunas suficientes.