Enturbiando el agua, para que parezca más profunda
Como la intención del poder no es aclarar nada, sino, muy por el contrario, dejar todo en la nebulosa, don Juan Manuel Corchado, se convirtió en uno de los nombres más buscado entre los internautas periodísticos bolivianos en las últimas 72 horas.
No es para menos, él es el responsable del Grupo de Investigación Deep Tech Lab de BISITE, de la Fundación General de la Universidad de Salamanca (España), que se suponía había hecho el trabajo de Integridad electoral “a pedido y sobre la base de información” que le dio el fiscal Lanchipa con el fin de enturbiar el agua de la poza para que esta parezca más profunda y al final la gente crea que “posiblemente la OEA se haya apresurado o sus conclusiones hayan sido ‘prematuras”, como dijeron los fiscales Aldrin Barrientos, de La Paz, y Wilson Tito, de Tarija para luego asegurar que la “pericia de la Universidad de Salamanca” demostró que no existió fraude electoral en los comicios de 2019.
Fijemos la atención en el señor Corchado, no en la lectura del informe que hizo el fiscal Lanchipa sin aceptar preguntas ni explicar lo que había recibido, seguramente porque no lo entiende, pero eso le bastó para dejar sin efecto la investigación del caso fraude que le quemaba las manos, ya que seguramente era demasiado compromiso para él. El tema, consecuentemente, es Corchado acerca de quien avisábamos el viernes que tiene una hoja de experiencia laboral muy grande, la cual tengo en mis archivos.
En efecto, son 190 páginas de curriculum vitae (CV) extendido y, si alguien se toma el tiempo de revisar y buscar las palabras: "perito", "pericia", "forense", va a descubrir, no sin sorpresa, que las mismas no aparecen en ninguna de esas páginas, cosa absolutamente inevitable que ocurra en un CV, si se tiene un mínimo de experiencia en las tareas que le fueron encomendadas.
La noche anterior, jueves, en el programa de Cecilia Bellido QNMP Corchado dijo que "habían hecho algunas pericias". El viernes en la tarde, en otros medios, admitió que su grupo no tiene experiencia en pericias electorales, lo que nos lleva a preguntarnos quién hizo la “autopsia forense” parcial, a las elecciones nacionales de 2019. Y remarco “parcial”, porque, él también reconoció no haber visto todo porque no recibió todo, de lo que resulta que Lanchipa escogió qué partes darle a Corchado y qué partes, no, de manera que el título del trabajo “del señor de marras” no puede llamarse de “Integridad electoral” si él o alguien de su entorno trabajaron parcialmente la elección de 2019.
Es experto en inteligencia artificial, el señor Corchado, pero no sabe de pericia forense y no había trabajado en temas electorales y fue “el elegido” entre tres proponentes y el que lee tiene que preguntarse: ¿por qué Corchado? ¿Quién lo recomendó? ¿Cómo llegó el fiscal Lanchipa a ese hombre? ¿Será que buscó en la guía de empresas auditoras en materia informática?
No sé si fue Lanchipa, pero no me cabe duda de que quien lo hizo, apuntó a su “ninguna experiencia en temas electorales”. Ese tema, y el hecho de que haya una tercera persona que cobró el monto a nombre particular y, la aparición de la Universidad de Valladolid como la ejecutora del trabajo son demasiados temas como para pasarlos por alto.
Corchado era el hombre ideal, acepta trabajar remotamente, no venir a Bolivia, no consultar a nadie, salvo a Marcel Guzmán de Rojas sobre el que se puso la mira por las impericias de su trabajo –descubiertas por OEA y por Ethical Hacking (la empresa auditora contratada para seguir el cómputo informático del proceso electoral de 2019)– y, recibió aquello que al fiscal Lanchipa le debe haber parecido pertinente enviar. Claro, en este caso no se puede hablar de un “informe de integridad” porque integridad significa la totalidad y no de la parte, que fue lo que recibió Corchado.
Álvaro Andrade, presidente ejecutivo de Ethical Hacking, dijo en Sin Compostura, que para él, el trabajo de Corchado tiene muchas fallas en la parte procedimental, de análisis y metodológica, ¿a quién se las atribuimos? ¿A la Universidad de Salamanca o a la de Valladolid?
¿Cómo justifica el Fiscal General ese cambio?, él mismo ha procesado y encarcelado a varias personas, preventivamente, por fraude y, ahora sale a decir que no hay fraude por un “estudio parcial y hecho a distancia”. ¿Es serio esto? No, no lo es.
No es serio, tampoco, descalifica la labor de la OEA que trajo más de 30 especialistas, que habló con todos, que estuvo en contacto con los servidores, que trabajó in situ. Es una barbaridad, como lo es también que el Fiscal nunca se haya referido al -, N. 201102012000148, que demuestra que hubo intrusión de mexicanos desde un tiempo anterior a la realización de las elecciones de 2019 y que estos llegaban hasta el piso 17 de la Casa del Pueblo”, donde los esperaban ministros y hasta Evo Morales y García, ávidos de saber qué adelantos había, “por si los llegaran a necesitar”, como evidentemente ocurrió.
Tal cual, Corchado, enturbia el agua nomás. El tiempo hablará sobre su utilidad.
El autor es periodista
Columnas de CARLOS FEDERICO VALVERDE BRAVO