A 96 años de la fundación del LAB
Hoy se cumplen 96 años de la fundación del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB). Esta empresa, que durante muchas décadas ostentó dignamente su rol de línea aérea bandera de Bolivia, se fundó el 15 de septiembre de 1925, en homenaje al primer centenario de la creación de nuestra República, que se conmemoró el 6 de agosto de ese año. Su primer avión fue un monomotor Junkers F-13, donado por los residentes alemanes en nuestro país.
Cuando pocos años después comenzó la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay, el LAB ya tenía cuatro aviones Junkers F-13, tres Junkers W-34, un Ford Trimotor, además de los Junkers F-13L y F-13W, que fueron dotados de flotadores para operaciones fluviales. Todos esos aviones fueron puestos al servicio de la patria para trasladar a comandantes y soldados a los frentes de batalla, así como para el transporte de vituallas, medicinas y combustible, además de la evacuación de los heridos.
Después de concluido ese conflicto bélico, el LAB fue integrando primero a todas las regiones de nuestro país y, posteriormente, al ingresar en la era del jet, comenzó a ofrecer servicios de transporte aéreo, con el más alto nivel de eficiencia, hacia países de Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica, e incluso a Europa. Al iniciarse la última década del siglo XX, el LAB ya tenía un plan de flota, con una sólida base económica, para contar con aviones de cabina ensanchada desde el año 2000. Además, tenía un excelente equipo de tripulantes de comando y de cabina y personal altamente calificado, tanto en el campo técnico como en otras áreas.
Pero poco antes de que concluya el año 1993, el Gobierno de entonces le impuso una supuesta “capitalización” que, en realidad, fue una verdadera descapitalización, por parte de la aerolínea brasileña VASP, que estaba en quiebra. Sin respetar las normas legales vigentes, el Gobierno llegó al extremo de imponer que solamente los pasivos se queden en el LAB, y que todos sus activos pasen a la VASP. En la primera década de este siglo, el LAB tuvo que soportar más imposiciones gubernamentales destructivas, frustrando varios intentos de lograr su relanzamiento, todo lo cual derivó en la suspensión de sus operaciones.
Ahora, a 96 años de su fundación, mientras las aerolíneas de todo el mundo siguen soportando las consecuencias de la pandemia de Covid-19, el LAB está a la espera de que después de que se supere esta etapa tan difícil, se puedan crear las condiciones para que sus alas vuelvan a surcar raudamente los cielos de Bolivia, de América y del mundo. Entretanto, rendimos nuestro emocionado homenaje a esta línea aérea, verdadero orgullo de Bolivia.
El autor es periodista