Lo que los conflictos disimulan
El Gobierno está aplicando un método eficaz para conseguir sus objetivos: dispara cortinas de humo que distraen mientras completa su esquema jurídico de control total y disimula situaciones incómodas de encarar.
El oficialismo está aprobando leyes que le son necesarias para extender su hegemonía política. Ahora, por ejemplo, tiene entretenida a la gente con el tema formal de la wiphala mientras hace pasar leyes como la que supuestamente busca evitar la legitimación de ganancias ilícitas.
Y está también aquello que el oficialismo parece ignorar: el retroceso en la lucha contra las drogas.
Bolivia ha sido señalada por no cumplir sus compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico. El Gobierno de EEUU incluyó a nuestro país en la lista de naciones que son de tránsito y productoras de droga, al igual que a Venezuela.
Como era de esperarse, el Gobierno masista descalificó la valoración, la llamó unilateral. No obstante, hay que recordar que no ha sido sólo la principal potencia del mundo la que sacó esas conclusiones. También lo hizo la Unodc, cuando informó que los cultivos excedentarios de la coca habían subido, en vez de disminuir, lo que hace ver que la reprobación no es política, sino con datos concretos.
El Gobierno boliviano incrementó la extensión de cultivos de coca a 22 mil hectáreas en las zonas de los Yungas de La Paz y el trópico de Cochabamba. Pese a esa medida, considerada polémica porque no se basó en una medición científica del consumo tradicional de esa hoja en el país, ahora Bolivia tiene plantaciones ilegales en áreas protegidas y también en el departamento de Santa Cruz.
Adicionalmente, han sido las mismas autoridades nacionales (en este gobierno y en el de Evo Morales) las que dijeron que Bolivia es un país de tránsito, que llega droga peruana con el fin de que sea transportada a otros países. A ello se suma el hallazgo de grandes factorías dedicadas a la refinación de pasta base. Entonces, ¿se puede hablar de un informe unilateral cuando los hechos demuestran la presencia clara del narcotráfico en Bolivia?
Hay más: en el último monitoreo de la Unodc detectó que hay cerca de 30 mil hectáreas de cultivos ilegales de coca y que la erradicación ha sido insuficiente en 2020. El Gobierno culpa de ello a la administración transitoria, sin mencionar que en ese periodo era imposible ingresar al Chapare para erradicar, que había una oposición no solamente dura, sino armada a la presencia del Estado.
La presencia del narcotráfico es real y tiene cada vez más poder en el país. Claramente no se están haciendo los esfuerzos suficientes para erradicarlo.