Destituido
Mientras la Cancillería trata de atraer miradas sobre las reminiscencias juveniles de Luis Arce en la Universidad de Warwick, (Reino Unido), donde el presidente de Bolivia era estudiante, el escándalo en Asunción no cesa.
Mario Cronenbold ha sido destituido de su cargo como embajador de Bolivia en Paraguay tras estar apenas 33 días en funciones.
Se trata, en realidad, de una autodestitución dado que fue el mismo Cronenbold el que se disparó en el pie al haber publicado un video en TikTok donde que imita la forma de hablar de los paraguayos y atribuye ese cambio al consumo de tereré. Hacerse el payaso no da buenos resultados cuando se ostenta una representación diplomática.
El Parlamento de ese país lo declaró persona non grata por hacer el sketch. A la Cancillería en La Paz no le quedó más remedio que retirarlo.
El video de Cronenbold, experto en bailar caporales para conseguir votos fáciles para el MAS, es ciertamente ofensivo. Juega con la idea de que el consumo de una bebida típica ocasiona cambios en el modo de hablar. Cronenbold probó que no sabe de tacto ni de manejo apropiado de la representación. Su chiste, de dudoso humor, circuló como voz oficial por el cargo que tenía.
Imagine usted al embajador de Paraguay en Bolivia imitando la forma de hablar de los habitantes del país mientras mastica hojas de coca o come una salteña.
El tereré fue declarado por la Unesco como una costumbre estimulante del diálogo y la hermandad. Es un mate de hierbas medicinales que se consume a diario en muchos círculos sociales y que ayuda a conversar y reunirse. A Cronenbold le faltó acercarse a la gente para respetar sus costumbres.
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