Donde Naresh
Hace poco estuve “Donde Naresh”. Un pintoresco restaurante indio en el corazón de Santiago de Chile. Fascinada por los sabores, entablé conversación con la dueña del local, esposa de Naresh, chilena y muy curiosa de mi acento. Le dije que soy de Bolivia. Me hizo una pregunta que me dejó pensando: ¿En qué es rica tu región? Le dije que producimos maíz y con ese grano fabricamos chicha. Sin embargo no somos ricos gracias a los chicheros. Somos ricos en producir basura.
Compramos mucho y producimos poco. Compramos contrabando. Ni siquiera somos capaces de producir los cubiertos con los que nos alimentamos, así que compramos tenedores hechos en China. Tener una empresa legal es un infierno tributario. Entonces es más fácil coimear en frontera que hacer trámites engorrosos para ser legal. Al final del día nuestra riqueza se resume en montañas de basura. Con la paradoja de los bloqueos del botadero de Kara Kara cada cierto tiempo.
También somos ricos en producir ladrones. Como aquellos vestidos de jueces que imponen más de 200 juicios a una persona y la matan a plan de trámites y testimonios falsos.
O los que están vestidos de funcionarios públicos, que sólo llenan papeles de sellitos, timbrecitos y firmitas con “tinta azul”. Pero lo único que hacen es darle calefacción a sus asientos. La riqueza de “la Bolivie” también se asienta en la coca. Una hoja cloaca. Trataron de enaltecerla bajo el título de hoja sagrada, cuando la realidad es otra y la harina blanca que sale de esta hoja produce los millonarios más grandes de este país.
Somos ricos en vehículos chatarra. Despreciados en otros países, aquí ingresan ilegalmente, buscando carta de ciudadanía en medio de calles contaminadas. Por supuesto la obtienen. Porque más vale dar gusto a las pataletas de los chuteros, que pedirles que hagan la internación de los autos por la vía legal. Los costos aduaneros espantan a cualquiera.
Me gustaría decirle a la esposa de Naresh que somos ricos en la producción de leche. Pil Andina genera 2.600 fuentes de empleo directas y una cadena de valor que involucra a más de 6.000 familias de productores de leche cruda.
O que Cochabamba genera 3.000 empleos en la industria del software y que mire el trabajo de Truextend, Digital Harbor, Avantica o Truesoft. Otro dato que le daría es que Cochabamba es el único departamento del país que exporta palmito y que llegó a exportar 770 toneladas de maní a Perú en 2020.
Pero me quedé absorta. Sin respuesta útil.
Donde Naresh no sólo comí suliams, dal palaki, naan, malai kofta y otras delicias. Pensé en qué momento podremos decir que Bolivia es rica gracias a su economía naranja, al turismo, gastronomía y al arte bien logrado. Riquezas no nos faltan, pero la pobreza mental nos está ganando la batalla.
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER