Los males de la universidad boliviana
Pasó hace unos buenos años ya. Fue en las oficinas del CEUB, instancia que aparentemente reúne a las universidades públicas bolivianas. Había ido ahí a preguntar cuál era el procedimiento para convalidar mi formación en gestión pública, realizada en el turbulento país hexagonal.
Bien sabía que iba a ser una pérdida de tiempo, considerando el espíritu burocrático del sistema universitario. Pero creo que tenía que ir al Multicine luego y el lugar me quedaba al paso. No perdía nada con preguntar.
De verdad no tenía esperanzas de lograr mucho. Ya me habían dicho algunos intelectuales, cogoteros y artistas locales que haber estudiado afuera era evidentemente una desventaja, puesto que ninguna universidad del universo podía compararse con las bolivianas. ¿Quién quiere ir a Cambridge, digamos, si tiene a la Umsa al lado, o a la Amazónica de Pando? Nunca supe qué decir frente a eso.
El caso es que me recibieron. De hecho fueron muy amables y me preguntaron acerca de la formación que había seguido.
Lamentablemente, parece que no valía la pena siquiera intentar dicha convalidación. Según ellos, no podían aceptar un título emitido por la "École Nationale d'Administration" francesa porque... era una escuela.
Y claro, en efecto, la traducción literal de "école" (pronúnciese ecol) es escuela. Así que las amables personas del CEUB me explicaron que ellos sólo validaban, si acaso, títulos emitidos por universidades... no por unidades educativas de nivel primario. Me sugirieron, de hecho, que hable con los directores de esa institución para que le pongan un mejor nombre, a fin de que Bolivia considere la posibilidad de reconocer a sus estudiantes.
Por cierto, recién le cambiaron el nombre a ese centro de formación y ahora se llama "Institut national du service public". Imagino que los futuros egresados de esa entidad que vengan a Bolivia se toparán con el mismo problema... Como es un "instituto", seguro les propondrán validar su formación como técnicos medios o algo así.
Está bien criticar a dirigentes como Max Mendoza, símbolos de la corrupción de los dirigentes universitarios. Pero creo que el mal carcome al conjunto del sistema universitario... administrativos, autoridades, profesores, etc. Y me parece que la corrupción y el provincianismo no son los únicos problemas... Más grave aún es la estupidez, la profunda, pertinaz e insondable estupidez...
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ