Tres maneras de comprender al mar
La acepción científica de los océanos indica que son grandes porciones de agua salada que cubren más de dos tercios de la Tierra. Los mares se definen como partes de los océanos que bordean las costas. Los océanos se formaron en nuestro planeta hace millones de años como resultado de condiciones propicias en la temperatura de la Tierra y están compuestos por sodio, cloro, magnesio, calcio y potasio, mayormente. Se encuentran en constante movimiento, tienen estrecha relación con el viento y los astros e influyen determinantemente en el clima de nuestro diminuto punto de luz. Darwin y otras expresiones importantes de la ciencia coincidieron en que la vida tal como la conocemos comenzó en el ambiente acuático marino mezclado con la lava de una Tierra aún convulsionada por su pasado de fuego. Hoy la comunidad científica discute si la vida se generó en superficies acuáticas profundas o superficiales, pero aún hay consenso con respecto a la relación del agua con la vida.
El mar ha inspirado a los más increíbles poetas y narradores. Es protagonista de la perplejidad de Marco Polo, de las ensoñaciones de Verne, del sobresalto de Melville, del extravío de Homero, de la nostalgia de Camus, de la tristeza de Hemingway. Ha significado la creación de hermosas melodías humanas. Ejemplos sobrecogedores: Beethoven, Wagner, Debussy. Se me vienen a la mente Cesárea Evora, Chico Buarque, Radio Futura, Violeta Parra, Madre Deus, Simón Díaz, Serrat. Se percibe su presencia en la música maya o en los ritmos yorubas que otorgan al mar un lugar central. Y por, por supuesto, está la maravillosa Echoes de Pink Floyd. Igualmente, el mar ha sido consagrado por otros regalos artísticos de la humanidad para la humanidad, las artes plásticas y visuales. Monet, Manet, Vernet, Turner, Friedrich, El Bosco, Velásquez, llevaron la representación del mar hasta la emoción de las lágrimas. En el cine el mar se sitúa como escenario de completa belleza para historias de amor, tragedias terribles, profundas elucubraciones, ensoñaciones y fantasías extraordinarias. ¿Qué decir de la dura y hermosa Breaking the Waves del director danés Lars Von Trier? ¿De la aterradora Lifeboat de Hitchcock? ¿De los nervios que genera Cape Fear? ¿De la dulzura de Il postino? ¿O de la desoladora hondura de Orfeu Negro?
Para mi dicha, en muchos de los sueños lúcidos que practico vuelo sobre el mar. Una vez volaba hacia el este, yendo hacia el Chapare. Ya estaba llegando a los yungas cerca de Colomi y estaba tan feliz que empecé a dar vueltas en el aire mientras me decía “estoy ensoñando, estoy volando”. De pronto, en una de esas vueltas, “aparecí” sobrevolando el Pacífico Sur, lo reconocí por sus grandes olas azul profundo. En otras ocasiones he volado por el Atlántico sudamericano, he vuelto ensoñando al mar Mediterráneo, he conocido primero en sueños al mar Caribe para descubrir perpleja en la “realidad” que efectivamente ya estuve allí. Se sabe que no pocas culturas que les daban importancia a los sueños en su percepción de la “realidad” le otorgaban al mar un lugar especial en su universo onírico y creo entender por qué. Los barrotes etnocéntricos del empirismo y materialismo occidentales han relegado estos fenómenos indefinibles e inentendibles (desde el método empírico) a lo marginal y subestimado del conocimiento, pero -dentro del marco de la enormidad que nos rodea- el menosprecio empirista y materialista no significa que no existan tales increíbles fenómenos.
He aquí tres maneras epistemológicas para percibir un mismo “objeto” de escudriñamiento y contemplación, en este caso, el mar de mis amores, pero usted puede aplicarlas en lo que se le ocurra: la ciencia, el arte y lo inexplicable. ¿Habrá alguna mejor que otra? ¿Habrá alguna más válida que otra? Por supuesto, también hay aproximaciones políticas al “objeto”, en el caso del mar está la manía de colocarle fronteras y las consiguientes exaltaciones discursivas de aquello en los estrechos chovinismos, pero a esas enunciaciones ni las nombro (por esta vez) debido a su falta de estética.
Columnas de ROCÍO ESTREMADOIRO RIOJA