Feicobol, gesta y orgullo
La Feria Internacional de Cochabamba, Feicobol, es el vivo reflejo del espíritu empresarial y emprendedor de la empresa privada valluna. En consecuencia, es un patrimonio regional y vuelve este año —la 38ª versión abre sus puertas mañana y durará hasta el 26 de este mes— bajo la tradicional modalidad presencial mediante la cual ha alcanzado el prestigio que ostenta en los ámbitos nacional e internacional.
Como todo emprendimiento, en su surgimiento y posterior consolidación jugó un rol protagónico el empresariado de nuestra región. Según los registros históricos de esta destacada institución, la feria nació como proyecto en 1971 por iniciativa de los activos miembros de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC), con una primera versión que se efectuó en el Estado Mayor, organizada y apoyada también por la Cámara de Comercio de Cochabamba.
Tras las gestiones para consolidar los predios, en las cuales tuvo una notable actuación el entonces presidente de la FEPC, Hugo Galindo, además de otros ejecutivos y miembros del directorio de esta organización, la primera feria internacional se llevó a cabo en 1974 y se denominó “Feria del Valle”, que congregó a empresarios de la industria, comercio, agricultura, ganadería, ciencia, artesanía y arte; con legítimo orgullo, la Feicobol expresa ahora que aquella pionera muestra fue un escaparate para exhibir los frutos del empuje privado no sólo de la región sino de todo el país. Concebida en homenaje al Sesquicentenario de la Fundación de la República, los excelentes resultados demostraron que Cochabamba tenía el potencial necesario no sólo para cubrir las expectativas nacionales sino que estaba en condiciones de llegar y tender puentes hacia mercados extranjeros.
Un tercer y fundamental hito se dio el 11 de febrero de 1992, con su constitución como la Fundación para la Feria Internacional de Cochabamba Bolivia, abocada a materializar los objetivos feriales con autonomía de gestión, a partir de la administración de la feria cedida por la Alcaldía a la FEPC. Participaron como entidades fundadoras los gremios privados más representativos de la región.
A partir de ese punto llegaron tres décadas de éxito, que han permitido situar a Cochabamba como una región estratégica, con clara proyección hacia el exterior, para la economía nacional. Hoy, la Feicobol gestiona 18 ferias sectoriales al año, con indudables y benéficos efectos para la iniciativa privada valluna y del resto del país. Si bien la pandemia, desde 2020, limitó la modalidad presencial, la muestra reinventó su modelo de negocios gracias a la tecnología de digitalización que le ha permitido, hoy, efectuar ferias virtuales, presenciales e híbridas.
Un claro indicador de su fortaleza es la Rueda Internacional de Negocios, en la que este año participarán más de 120 empresas de 16 países, gracias a lo cual se espera superar los 35,5 millones de dólares en intenciones de negocio de la última versión ferial.
Feicobol es una admirable gesta, pero también motivo de legítimo orgullo. Y hay que apoyar esta vitrina regional y global que trabaja por el bienestar cochabambino.