Desde las redes
Hablando de cosas que uno no necesita saber... leo que la OMS está pensando en cambiarle el nombre a la así llamada "viruela del mono", enfermedad que goza de cierta notoriedad en los medios desde hace unas semanas (es necesario mantener a la gente asustada).
Los burócratas de esa entidad estiman que el término actual podría inducir a cierta "discriminación".
Y no, no es que los chimpancés se hayan quejado o que no se quiera herir los sentimientos de esos animalitos (bastante violentos y malhumorados al parecer). Pasa simplemente que la OMS se cura en salud. Es decir, quieren prevenir la posibilidad de que algún humano susceptible se ofenda, arme lío y se victimice, como sucede con demasiada frecuencia en esta época de delicaditos.
La idea es que no se asocie la enfermedad con África... aunque sea un hecho que el virus se originó en dicho continente y que aparentemente sea endémico en algunos de sus países.
Loable la tarea de la OMS... supongo. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que hay cosas más importantes que buscar un nombre políticamente correcto para una enfermedad. Por ejemplo, intentar detener el contagio de esta nueva plaga.
Me imagino la cantidad de recursos que se emplearán en el asunto. Algunas decenas de consultores, encuestas, grupos focales, reuniones con la prensa y asociaciones de delicaditos... todo para encontrar un nombre que no ofenda a nadie.
Apuesto a que no faltarán los latinoamericanos que propongan el término "viruele", por ser más inclusivo y no binario. ¿O quizás corresponda decir "viruelx del monx"?
¿Y por qué detenerse en esta enfermedad? De una vez dejemos de hablar de "peste negra" y denominemos a ese mal como "enfermedad malita y patriarcal". Y empecemos a utilizar términos más correctos como "resfríe", "cólere", "dolore de cabece", etc.
Vivimos en una época llena de maravillas y cosas interesantes. De verdad que nuestros nietos (¿nietes?) no se aburrirán nunca con historias tan cómiques...
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ