Impuestos no es un chiste
Un país de idiotas solemnes, loquitos susceptibles... y malos abogados.
Y yo que pensaba que con no criticar al carnaval de Oruro (esa borrachera triste) uno podía esquivar la ira de los inquisidores andinos... ¡Qué equivocado estaba!
Me entero de que el presidente de Impuestos Nacionales quiere tomar "acciones legales" contra el humorista Pablo Osorio. Este último habría cometido un crimen imperdonable: señalar con humor la infame burocracia y mala fe de dicha institución.
Impuestos amenaza a Osorio con recurrir a la Fiscalía, lo que es quizás una muestra de misericordia... Si yo fuera el solemne presidente de Impuestos amenazaría al cómico... con los propios funcionarios de Impuestos. Eso sí inspira más terror que jugador de dynamite-ball senkateño, policía de Tránsito o fiscal masista. Apuesto a que Osorio se vuelve monje y hace voto de silencio tan solo con la sugerencia de un control fiscal o con que le pidan justificar una factura de hace 15 años.
En efecto, en la larga lista de entidades públicas dedicadas a esquilmar a los ciudadanos de este país, Impuestos está entre las peores. Nada más natural que exorcizar la antipatía que generan con algo de humor. ¿O pensarán que los queremos porque cada año nos regalan un formulario nuevo y requisitos imposibles de cumplir?
Habría que preguntarse por qué tanta seriedad... por qué esos severos funcionarios, con ideas tan grises y gastadas como sus ternos, no toleran el humor. ¿Es el frío paceño que congela sus rostros e impide toda sonrisa? ¿El asalto cotidiano a ciudadanos y empresas ha endurecido su corazón y nublado sus mentes? ¿O quizás tienen que justificar el sueldo, a todas luces excesivo, de sus abogados?
Justamente, hablando de malos abogados, noto que se exige a Osorio "retirar" el video de las redes. El que pide semejante cosa manifiestamente no sabe cómo funciona Internet... ¿de dónde sale esta gente, llena de bonitos títulos legalizados, hinchados de suficiencia e importancia, pero brutos como ladrillo de seis huecos?
Ustedes dirán si corresponde tomar "acciones legales", o más bien reírse de los idiotas solemnes.
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ