El precio del pan de cada día
1.- El pan es uno de los productos esenciales de la canasta familiar boliviana.
2.- Su precio se ha mantenido en 50 centavos de boliviano por muchos años.
3.- A pesar de los discursos endógenistas, la sustitución de importaciones y los nacionalismos alimenticios, Bolivia continúa importando harina de trigo. El 70 por ciento viene de Argentina. En los últimos 15 años se hizo muy poco en temas de seguridad alimentaria; al contrario, manteniendo el tipo de cambio nominal fijo y el tipo de cambio real apreciándose, se ha fomentado la masiva importación legal e ilegal de alimentos.
4.- Al final, numeritos cantan. De cada 10 marraquetas o sarnitas, siete son hechas con harina importada.
5.- Con la invasión rusa a Ucrania, el precio del trigo y de la harina a nivel mundial se ha disparado.
6.- La tonelada de trigo estaba alrededor de 300 dólares y ahora supera los 473.
7.- En el mercado local, antes de la guerra en Europa, el quintal de harina estaba alrededor de 164 bolivianos. Ahora sobrepasa los 240. Emapa entrega a los panificadores a 148.
8.- Los panificadores de toda Bolivia han visto que los costos de su principal insumo han subido significativamente; además está el incremento salarial. Han reclamado al Gobierno una subida en sus precios.
9.- El Gobierno sabe que es vital, social y políticamente, mantener estable el precio del pan. Para ello, utiliza los subsidios y almacena harina. Ha indicado que tiene 1,6 millones de toneladas de harina para regular el mercado.
10.- Además, ha estado impulsando la producción de trigo a nivel nacional con créditos también subsidiados. Los resultados son aumentos de la producción, pero todavía muy lejos como para abastecer el mercado interno. En 15 años se hizo muy poco para apoyar este sector.
11.- En el corto plazo, el Gobierno insistirá con los subsidios al pan y los créditos para productores. El gran desafío, en un momento de crisis fiscal, es el financiamiento de estos apoyos. Recordemos que el déficit público este año podría llegar al 9 por ciento del producto interno bruto y el Gobierno ha visto rebajado de manera significativa sus ingresos, en especial de los que provienen del sector hidrocarburos.
12.- En el mediano y largo plazo, por supuesto, la solución es incrementar la producción local. Aquí la decisión compleja será si utilizamos trigo transgénico o no.
Columnas de GONZALO CHÁVEZ Á.