Organismos de prensa en apoyo de Los Tiempos
Una vez más la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación Nacional de la Prensa se pronuncian en apoyo del prestigiado matutino Los Tiempos de Cochabamba.
Se repite la misma historia ante la contundente denuncia de los propietarios del diario de plaza Quintanilla, de estar bajo el acoso de una sistemática campaña de asfixia económica y de presión política ejercida desde el gobierno de Luis Arce.
Quienes acompañamos de cerca el desarrollo del diario fundado por Demetrio Canelas, bajo el sagrado mandato de buscar y defender la verdad por sobre todo, hemos estado al tanto de estas presiones que se expresan diariamente en la discriminación del avisaje estatal a favor de medios condescendientes y acríticos de la acción gubernamental, que cierran los ojos ante la injusticia, la persecución de los oponentes, la corrupción y el despilfarro oficial. Acción perniciosa que se expresa de mil maneras: recordemos otros tiempos cuando el masismo infiltró la empresa con sus adherentes provocando no pocos problemas desde dentro, aunque jamás coparon la línea prístina marcada por los fundadores del diario de someterse nada más que a la verdad. Desde la administración nacional no les conviene tener al frente un periodismo independiente, pretenden someterlo, aplastarlo, obligarle a mentir, a ocultar el dolo, a desinformar, silenciar el desgobierno y el abuso del poder.
Hemos sido testigos de este trato desigual y por tanto de todo un proceso diabólicamente planeado para borrar la libertad de opinión, de pensamiento, que Los Tiempos ha mantenido a costa de menores ingresos, de sacrificar a su personal y de sujetarse a un plan de austeridad que llega a extremos con tal de sobrevivir, situación que comparte con un puñado muy restringido de otros medios en similar condición.
Esta situación no escapa al conocimiento de la SIP, que se encuentra impotente para corregir la conducta en Venezuela, Nicaragua y Cuba, donde no existe libertad de prensa, donde se violan los derechos humanos y las libertades consagradas por la Organización de Naciones Unidas y sus organismos especializados.
El acoso institucional afecta el desempeño de los periodistas sometidos al maltrato, la discriminación y en muchos casos la violencia y el despojo de sus herramientas de trabajo. El oficialismo oscurece la violencia de sus actos, el uso de la fuerza policial y la actuación de la justicia en ocasiones como el paro de 48 horas en Santa Cruz, bajo la exigencia de realizar el Censo de Población y Vivienda en el curso de 2023. Esos desmanes no deben ser conocidos, hay que tapar los medios y que no denuncien. Se impone una defensa cerrada de Los Tiempos.
Columnas de MAURICIO AIRA