Blancanieves y los siete enanitos
Cuando en una sociedad se produce una anomalía, o esta es creada deliberadamente, se procede a regularla, a prohibirla o a castigarla por medio de lo que se llama ley.
Está comprobado que en las sociedades más avanzadas existen pocas leyes, mientras que en los países atrasados abundan estas. Si en un país existe menor cantidad de problemas y la ciudadanía tiene un alto grado cultural, no hay motivo para que abunden las leyes. En las sociedades descompuestas todo se norma, todo se regula, casi todo se prohíbe; claro que también existen sociedades tan dislocadas que no requieren leyes, pues la fuerza o coerción del abusivo le son suficientes para imponer de hecho su voluntad. Buen gobierno, pocas leyes; mal gobierno, muchas leyes.
También son significativas las Constituciones: existen las más desarrolladas que enuncian pocos derechos porque estos son implícitos, de existencia natural, no hace falta que estén escritos y las hay otras que proclaman todos los derechos habidos y por haber y que cotidianamente los violan, siendo ilustrativo aquel pasaje en el que los asesores de Melgarejo le preguntaron qué tipo de Constitución deseaba que se redactara, a lo que respondió “la más liberal” y al día siguiente comenzó el abuso y la persecución política de sus adversarios.
A propósito de la inflación de leyes, transcribimos un ingenioso ejemplo ofrecido por el jurista europeo Antonio del Moral que interpreta amenamente el cuento infantil “Blancanieves y los siete enanitos” refiriendo que:
“La madrastra que encargó al cazador matar a Blancanieves, para evitar sea la más bella del reino, (…) incurrió en una ‘inducción a asesinato’, el cazador no tuvo valor para hacerlo, la dejó huir a Blancanieves y en su reemplazo mató a un ciervo para llevar a la madrastra su corazón para hacerle creer que era de Blancanieves, por lo que con este acto según el Código Penal el cazador cometió ‘Delitos contra la flora y la fauna’.
“Blancanieves huyó hasta encontrar una cabaña en el bosque: Éste es un ‘delito contra la ordenación del territorio’, pues la cabaña estaba construida en un suelo no urbanizado. Además, dijo el juez que el denominativo de enanitos a los dueños de la cabaña es discriminatorio, cuando debía decirse ‘personas de verticalidad limitada’.
“Blancanieves entró en la casa, por lo tanto incurrió en el ‘delito de allanamiento de morada’.
“Los mal llamados ‘enanitos’ regresaban a casa cantando una canción sin pagar el derecho de autor, por lo que infringieron la ley.
“Luego al escuchar lo que Blancanieves les contó de su vida se apiadaron de ella y le permitieron quedarse en la casa, pero a cambio de realizar las tareas del hogar, como planchar, lavar, coser, hacer la comida, sin remuneración alguna, por tanto, cometieron ‘delito contra los derechos de los trabajadores’.
“La madrastra descubre que Blancanieves seguía viva y hace que caiga en un sueño profundo tras comer una manzana, siendo éste un ‘delito contra la salud pública por envenenamiento’, por lo que debe acusársele en la justicia.
“Luego de ese letargo, Blancanieves despierta porque recibe el beso de un príncipe, por lo que de acuerdo con el Código Penal el príncipe incurrió en el ‘delito de agresión sexual’. Por tanto, de acuerdo con el Código Penal, todos los protagonistas del cuento de Blancanieves deberán ser juzgados en la justicia y seguro que terminarán en la cárcel”.
Eso pasa cuando se dictan abundantes leyes en las sociedades descompuestas.
Columnas de GONZALO PEÑARANDA TAIDA