Santagro, lo que hay detrás
Antecedentes: Una de las condiciones del poder a los empresarios de la tierra avasallada (se lo niegan de los dos lados; unos por miedo, los otros por cínicos) es que se hagan “públicos agradecimientos al Gobierno por haber cumplido la ley, desalojando los predios, garantizando el Estado de derecho”.
Como se lee. En Bolivia hay que agradecer en conferencia de prensa al Gobierno (malo, deficiente, pésimo; califíquelo usted) por cumplir con la Constitución Política del Estado, que garantiza la propiedad privada. Eso pasó con varios avasallamientos, el último: Santagro, incluso agradecieron que les dejen un resguardo de unos 30 policías por algunos días.
Santagro: La primera incursión de los avasalladores (25-12-2022) fue dramática, golpearon a la gente que trabajaba en el lugar, robaron un tractor, dos camionetas, cinco motos, quemaron una camioneta, robaron combustibles, herbicidas, plaguicidas y hasta los tenedores y las cucharas de la cocina; no dejaron nada que pudiera ser robado en su sitio; dejaron sin trabajo a unas 80 personas.
Como se escribió, hubo operativo y agradecimiento en medios al Ministro de Gobierno que se dio el gusto de tuitear el agradecimiento. Hasta que a los avasalladores se les ocurrió a entrar al predio de nuevo, apalear y maltratar a los pocos policías que había y, volvieron a asentarse sin que nadie, hasta ahora, haga algo para desalojarlos; no digamos los propietarios, que no pueden hacer nada, sino los policías que representan al Estado, a su fuerza coercitiva legal, (los propietarios son la sociedad civil organizada).
En Santagro mandan los avasalladores, manda la ilegalidad asociada al poder político. Los asaltantes dijeron que estaban en las afueras del predio y que les habían prometido que les darían esas tierras luego de que los propietarios cosecharan las 1.800 hectáreas de soya y que el Gobierno se encargaría de la reversión de los papeles y etcétera, etcétera y más etcéteras.
El hecho es que los avasalladores se encuentran en el predio, adentro y, no permiten la cosecha de una soya que seguramente ya no será de la misma calidad, porque le faltaron fumigaciones, desmalezar y otras tareas propias de la actividad. Un fiscal en Guarayos (la excepción de la regla) ordenó que la fuerza pública intervenga y desaloje a los delincuentes, pero aquello no pasó y Santagro, que había agradecido “al Gobierno por cumplir la ley”, esta vez debió denunciar que la policía no desaloja el predio ni detiene a los que detentan el poder de facto en el lugar.
Lo más probable es que la cosecha no se haga; el abogado de Santagro, Uber Zambrana denunció que los avasalladores estaban buscando compradores para la soya que se pueda cosechar y con eso parece haber frustrado el intento. Lo que puede pasar en adelante es que los propietarios pierdan como dos millones de dólares y que no tengan con qué arrancar trabajos de siembra para la próxima temporada, de manera que el “Estado-poder político” podrá intervenir calificando de tierras ociosas las 1.800 hectáreas y revirtiéndolas para entregarlas a los “interculturales” que se van a encargar de consolidar el modelo político-delincuencial que campea en Santa Cruz, donde hay al menos 100 propiedades en los mismos problemas.
Algunos tratan de arreglar con los asaltantes; otros con el poder; todo es extorsión, y arriba está el poder político consolidando su “modelo comunitario productivo”, si se puede entender como productivo el avasallamiento de tierras trabajadas en vez de acudir al INRA para lograr dotaciones legales, pero, ¿para qué van a comenzar de cero, si hay propiedades ya trabajadas, que se pueden tomar?
Arriba se escribió: “En Santagro mandan los avasalladores; manda la ilegalidad asociada al poder político” y se puede demostrar la relación que denunciamos. El 1 de marzo 2023, el abogado Zambrana dijo en conferencia de prensa: “Queremos instar a las personas que están en el predio a que no se dejen engañar por los malos dirigentes, quienes cometen actos delictivos que serán sancionados por la justicia” e identificó al dirigente Elías Tejerina como el principal impulsor que promueve “mentiras” para el avasallamiento de dicho predio productivo. (ver en agronews.com.bo: Denuncian que avasalladores de Santagro buscan vender ilegalmente la soya).
Pues, resulta que, en julio del 2022, denunciamos que Elías Tejerina, es decir, el cabecilla de los avasallamientos a Santagro había sido contratado por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) para realizar una siembra de maíz en los predios que le quitaron a Ostreicher en Guarayos y esperaba obtener 16.000 toneladas, “de los casi dos millones que necesita el país para no depender del contrabando de transgénicos”. En Sin Compostura mostramos fotografías y videos de los sembradíos y nadie apostaba por un buen rendimiento; nunca se supo qué pasó, suponemos que, el único al que le salieron bien las cosas fue a Tejerina que se fue premiado “como avasallador intercultural protegido”.
En efecto, Emapa contrató a la empresa constructora TEJESER SRL, del “ingeniero” Elías Tejerina Frías (estampó un sello con ese título en el contrato, no hemos podido corroborar si lo es), para “la producción directa del grano de maíz en el Municipio Ascención de Guarayos del Departamento de Santa Cruz, por la suma de 4.424.938,00 con el plazo de entrega de 170 días en ‘hasta 700 hectáreas”.
El contrato no consignaba un mínimo que justifique productividad o rendimiento; es decir que no se tenían expectativas mínimas y eso es lo menos que puede esperar quien contrata, porque, no es lo mismo una tonelada que 1,5 o 2 toneladas por hectárea, sobre todo si por lo que se vio, se estaba invirtiendo en Guarayos, por ejemplo como 908 dólares por cada hectárea, de lo que resulta que, para que el negocio se justifique en función de la inversión, se debía lograr un rendimiento mínimo de 2,9 toneladas para cubrir costos.
Escribíamos que “con relación a las expectativas de la producción y la productividad del grano de maíz, la empresa contratada para el servicio de producción del grano de maíz, deberá satisfacer las expectativas de la Empresa de Apoyo a la producción de Alimentos, Emapa, aplicando una producción adecuada y de buen rendimiento en tonelada por hectárea” (Se lee en el acápite Producción y productividad) pero no especifica cuáles son las expectativas del contratante, sobre todo si los hace sembrar en época no apta para tal tarea porque están a destiempo. Había más detalles que debían ser respondidos por Emapa pero no lo hicieron.
¿Qué quedó de esto? Pues que Tejerina terminó adherido al mecanismo gubernamental de avasallamiento del oriente para copar políticamente un espacio que, a ratos da la sensación de consolidar una mayoría política que les permita hacerse de municipios y parlamentarios; no ganarán una elección en Santa Cruz, pero tendrán alta presencia en la asamblea departamental y en la nacional y eso les sirve por ahora.
Tejerina es un peón más en la actividad ilegal del asalto a tierras productivas; él “avasalla para la corona”, (parafraseando el título del libro de Horacio Verbitsky que relata la corrupción menemista en Argentina), es decir, él no se va a quedar con las tierras; el poder elige quién o quiénes y, en qué condiciones queda todo; Tejerina es un operador político de un aparato montado que busca la consolidación de un poder nada democrático que camina, peligrosamente, la senda nada democrática del socialismo del siglo XXI
Avisados estamos.
El autor es periodista
Columnas de CARLOS FEDERICO VALVERDE BRAVO