Cuba arbolada
Cuba hasta hoy es el país más difícil que conocí para albergar un solo sentimiento. Siempre fue, es y será uno de los países que parió sapiens de los que aprendí y me deleité mucho en mi historia de vida. Empezando por grandes escritores: Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Guillermo Cabrera Infante, el mismo José Martí. Siguiendo con su exquisita música, Cuba es una de las vertientes musicales más fértiles de América Latina, piensen en el son, la salsa, la rumba, el mambo, el bolero (Cuba disputa la autoría con México), la trova.
También me han sorprendido prácticamente todas/os las cubanas/os que conocí, más allá del oficio, profesión, edad o incluso posición política, qué personas más cultas, más educadas, más carismáticas. Por tanto, como todo rincón del mundo, Cuba es mucho más que cualquier régimen político.
Hace tiempo, yo también me desencanté con la revolución cubana, ideal que abracé en mi imberbe adolescencia. No obstante, entiendo los motivos y factores que desencadenaron esa revolución, la dictadura de Batista fue una de las más terribles de América Latina (y mierda que tiene competencia) y la historia cubana es muy dura. La pregunta es ¿hasta dónde el actual régimen cubano fruto de esa revolución, repitió y repite alguna de las taras que se supone iba a abolir y superar?
En ese sentido, ¿hasta qué punto Cuba representa a la izquierda militarista? ¿Acaso el militarismo no suele ser caudillista, vertical, violento, represor, chovinista, machista, misógino, homofóbico y otras taras de las que ya deberíamos haber evolucionado como humanidad (si es que ello fuera posible)? ¿Qué hay de artistas como Lezama Lima y Cabrera Infante que tuvieron que huir de Cuba por su orientación sexual y su tenaz libre pensamiento?
En mi corta estancia en Cuba (maravillosos 15 días) me topé con personas que defendían el actual régimen y “su revolución” con bastante orgullo. Por lo que atestigüé, se enorgullecían por obras públicas como escuelas, bibliotecas, jardines botánicos y por un país seguro en el que realmente se puede caminar a cualquier hora. Pero también encontré personas pidiéndote jabones, que me hablaron de miedo y “desapariciones”, de cárcel si pensabas diferente, de carencias y apagones, con ganas de irse en una balsa a Miami.
Yo pensé, entonces, que tal vez Cuba no dista del resto de los países de América Latina, ya que esas últimas condiciones que describí son comunes en nuestros países. De todas maneras, 15 días es poco para evaluar la situación política y social de un país y debo actualizar mis lecturas con lo que he visto. Así que a seguir leyendo (me traje referencias y trabajos de muy buenos historiadores/as, sociólogos/as, filósofos/as cubanos/as), espero en algún momento poder procesar todo lo que vi en Cuba con mayor información.
Ahora quiero resaltar solamente una faceta de Cuba, la de paraíso natural. La belleza de sus playas realmente te deja anonadada y ello se complementa con un generoso entorno natural que —¡oh sorpresa!— es cuidado por sus habitantes e incluso por el Gobierno. Además, qué manera de tener las/os cubanas/os sus calles arboladas. No encontré una sola calle sin árboles en cuatro ciudades y pueblos que conocí de Cuba.
Y yo no me quedo de brazos cruzados en la parte “turística”, camino harto, me meto a conocer cuando tengo las condiciones y en este caso—segunda sorpresa— sí las había porque resultó que Cuba es uno de los países más seguros para caminar. Y, además —tercera sorpresa— el cuidado del bien común igualmente estaba presente en calles sin basura y ríos urbanos cristalinos. Lo más interesante es que todos/as los/as cubanos/as con los/as que hablé (cubanos/as de las dos posiciones, pro gobierno/revolución cubana y anti gobierno/revolución cubana) no podían concebir siquiera el prescindir de los seres que les dan sombra y embellecen su lugar.
Finalmente, créanme que mis pulmones y oídos estuvieron agradecidos de no tener que soportar, por unos días, aunque sea, automotores que atestan; nunca vi tantas bicicletas y peatones/as juntos/as en ningún otro país, ni siquiera en Países Bajos.
Columnas de ROCÍO ESTREMADOIRO RIOJA