¿Por qué no donar sangre?
El Banco de Sangre de Referencia de Cochabamba enfrenta un déficit en su stock de ese líquido imprescindible para la vida, por lo que convoca a donantes voluntarios. Es una circunstancia que invita a reflexionar acerca de ese gesto generoso que puede ser determinante en la recuperación de personas enfermas.
Un 60 por ciento de los donantes de sangre voluntarios son estudiantes de universidad, ausentes en esta temporada debido al receso de fin de año, explica la directora de esa institución que atiende las solicitudes de todos los nosocomios del departamento.
El banco requiere tener un stock de 900 unidades de sangre (cada una de 450 centímetros cúbicos) para garantizar el suministro adecuado a los establecimientos de salud públicos, privados y de seguridad social. Actualmente sólo cuenta con 300 unidades.
Una donación de sangre puede salvar hasta tres vidas. Un donante es una persona que, de forma voluntaria, libre y consiente, entrega su sangre sin retribución para fines preventivos, terapéuticos, de diagnóstico o investigación, según la Ley 1687.
La sangre que se entrega al banco es destinada al tratamiento de muchas enfermedades que producen anemia y en el tratamiento de distintos tipos de cáncer, así como a intervenciones quirúrgicas, trasplantes de órganos y tratamiento ante accidentes, hemorragias y quemaduras.
¿Por qué no ser un donante y ayudar a salvar vidas? Es una pregunta que seguramente pocos se la plantean, mientras no se enfrentan a la necesidad propia o de algún familiar o allegado.
En general, existe una especie de temor difuso de las consecuencias que puede tener en la salud ese gesto generoso que no será retribuido.
Sin embargo, “donar sangre no engorda ni debilita, sino todo lo contrario, pues los órganos reciben sangre joven al producirse células nuevas, glóbulos rojos que transportan oxígeno fresco”, informa el sitio web de la Cruz Roja Española.
“Con la donación, la sangre fluye de manera menos perjudicial para el revestimiento de los vasos sanguíneos, se reduce el bloqueo arterial y el riesgo de sufrir un ataque al corazón o accidentes cerebrovasculares”, completa ese sitio.
Y hay más, el donante obtiene información valiosa para su salud, pues se le informará si padece de VIH, sífilis, mal de Chagas o hepatitis B o C.
Casi todos podemos donar sangre, si tenemos más de 18 años, medimos más de 1,50 metros y nuestro peso es mayor a los 50 kilos.
Es un procedimiento rápido que va a ayudar a salvar vidas y a recuperar la salud de otras personas y en 24 horas nuestro organismo habrá recuperado el volumen de líquido que tenía antes de la donación.