Partidos políticos y crisis de representatividad
La situación de las organizaciones políticas vigentes en el país refleja bien la crisis de representatividad del sistema democrático en el que vivimos y perfila una evolución poco alentadora en la perspectiva de las elecciones generales de 2025.
Existen 11 partidos políticos de alcance nacional con personería jurídica, es decir que están potencialmente habilitados para participar de los próximos comicios nacionales. Potencialmente, porque algunos no cumplieron aún todos los requisitos legales para ese propósito.
“El Movimiento Demócrata Social (Demócratas), el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) y el Frente de Unidad Nacional (UN) son los tres partidos políticos (…) que ya renovaron sus dirigencias.
Cuatro (ADN, FPV, MNR y PDC) no adecuaron sus estatutos orgánicos (el plazo vence el 8 de abril) ni renovaron sus dirigencias; mientras que tres (MAS-IPSP, MTS y UCS) deben presentar la renovación de sus dirigencias hasta el 7 de mayo. PAN-BOL renovó su dirigencia, pero aún debe adecuar su estatuto orgánico”, señala una nota de prensa publicada hace exactamente dos semanas en el sitio web del Órgano Electoral Plurinacional.
Esas organizaciones tuvieron que haber cumplido con los requisitos mencionados hasta el 31 de diciembre de 2021, fecha del primer plazo fijado para ese fin, pero no lo hicieron y los actuales —resultantes de las sucesivas ampliaciones de término decididas por el TSE— serán definitivos considerando la proximidad de las elecciones primarias, obligatorias por ley, que podrían ser convocadas en agosto y realizarse en diciembre de este año, como lo anunciaba en enero un vocal del Tribunal Supremo Electoral.
La demora en el cumplimento de requisitos obligatorios evidencia el carácter electoralista de las organizaciones políticas nacionales, cuya actividad se dinamiza sólo en la perspectiva de su participación en comicios próximos.
Hay otros dos aspectos que completan lo que la politóloga Patricia Velasco califica como “situación vergonzosa en la política boliviana” a la crisis de representatividad: falta de nuevos liderazgos y “mercantilización de la política”.
En un artículo publicado por Los Tiempos en enero del año pasado, Velasco recordaba que en octubre de 2020 se presentaron pequeños partidos que hicieron alianzas convenientes para salvarse o pusieron su sigla a disposición de candidatos que carecían de una, a cambio de dinero o puestos privilegiados en las listas de candidatos.
Son partidos que “no tienen existencia real porque carecen de militancia y base social”. Como explica el politólogo Franklin Pareja, participan en las elecciones respaldando candidaturas de personas ajenas a sus organizaciones.
Eso explica la crisis del ejercicio de nuestra democracia representativa.