La hoja de coca
El Gobierno ha confirmado hace algunos días que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una convocatoria internacional para realizar un estudio sobre la hoja de coca. Esto se enmarca en la solicitud que Bolivia presentó en junio de 2023 para llevar a cabo un examen crítico sobre la hoja de coca.
El objetivo final es que la hoja, en su estado natural, pueda comercializarse a nivel internacional, es decir, exportarse; sin embargo, existe un gran impedimento: la coca figura en la Lista 1 de la Convención Única sobre
Estupefacientes de 1961, ignorando sus beneficios nutricionales y medicinales.
“El examen crítico de la hoja de coca es una oportunidad para enmendar aquel error histórico de 1950 en el tratamiento de la hoja de coca en su estado natural en la normativa internacional”, afirmó Juan Carlos Alurralde, secretario general de la Vicepresidencia de Bolivia.
Los hallazgos de este grupo de trabajo serán fundamentales para la elaboración de un informe científico que será considerado por el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS. En función de las conclusiones de su estudio, el Comité de Expertos presentará las recomendaciones para modificar la clasificación de la coca a la Comisión de Estupefacientes (CND), el organismo de las Naciones Unidas encargado de las políticas sobre drogas, con sede en Viena. Posteriormente, los 53 países que componen la CND votarán sobre estas recomendaciones, siendo necesaria una mayoría simple para su aprobación.
Según explica el portal Wola, se espera que la revisión crítica de la OMS concluya a finales de 2024, lo que sentaría las bases para una votación en la sesión de la CND en marzo de 2025. El resultado ideal sería que la OMS recomendara eliminar la coca por completo de las listas de la Convención Única.
En principio, la OMS podría recomendar trasladar la coca a la Lista II, que es menos restrictiva, junto con la codeína y otros opiáceos más suaves. Sin embargo, que sea designada en la Lista II significaría que la hoja de coca seguiría estando limitada a fines médicos y científicos, aunque sujeta a menores niveles de control administrativo. Es probable que cualquier recomendación para modificar el estatus actual de la coca en la Lista I enfrente serias dificultades en la CND, donde conseguir los votos necesarios para promulgar un cambio probablemente encontrará importantes obstáculos.
Expertos han señalado que el camino elegido por Bolivia es uno de los más largos y complejos, ya que depende del apoyo de los otros países miembros de la organización internacional, entre ellos Estados Unidos, que hace una década se opuso a la reincorporación del Estado Plurinacional a la Convención Única con una reserva que defendía el uso tradicional de la hoja de coca dentro del territorio nacional.