Las RRSS y sus riesgos
La aprobación, ayer en Australia, de una ley que fija un límite de edad mínimo, 16 años, para los usuarios de redes sociales marca un precedente mundial, debido a sus características específicas respecto de la responsabilidad de aplicar esa restricción y motiva una reflexión acerca de las iniciativas nacionales para proteger a los menores de los riesgos que el entorno digital conlleva para ellos.
En efecto, la ley aprobada por el Parlamento australiano no impone sanciones a los usuarios de redes sociales menores de 16 años ni a sus padres. Son las empresas propietarias de redes sociales las que tendrán la responsabilidad de hacer cumplir el límite de edad, y disponen de un año para resolver la manera cómo aplicarán esa restricción.
“Las plataformas ahora tienen la responsabilidad social de garantizar que la seguridad de nuestros niños sea una prioridad para ellos”, decía el primer ministro de Australia al anunciar la aprobación de la nueva norma que establece sanciones pecuniarias por su incumplimiento, cuyo monto puede llegar a 32 millones de dólares estadunidenses.
“No se trata de vigilar, sino de proteger a nuestros hijos en un mundo cada vez más digital”, afirmaba una senadora australiana en el debate previo a la aprobación de esa ley pionera.
La ley apunta a proteger a los niños y adolescentes del acoso y de potenciales problemas de salud mental y adicciones, pues “al navegar por internet, los niños y los jóvenes pueden verse expuestos a discursos de odio y contenido violento, incluidos mensajes que incitan a las autolesiones e incluso al suicidio”, como afirma el documento La seguridad de la infancia y la juventud en la red, publicado por la ONU el año pasado.
Los riesgos que encierran las redes sociales para los menores son muy reales.
Hace poco más de tres meses, una adolescente de 16 años, “reportada como desaparecida el 4 de agosto en la ciudad de El Alto, fue hallada 17 días después, en la frontera entre Costa Rica y Panamá, en compañía de un hombre de nacionalidad mexicana, quien la captó por redes sociales”, informa una noticia publicada en este diario al conocerse el hallazgo. La joven “primero inició una cierta amistad con este extranjero, luego fue inducida a abandonar su hogar y a salir del país”, según un oficial de la Policía Boliviana.
En nuestro país, hubo “al menos ocho intentos, por regular las plataformas digitales”, refiere el sitio web nacional internetbolivia.org. Ninguna de esas iniciativas apuntaba de manera específica a proteger a los menores.
Así, en la ausencia de regulaciones como la aprobada ayer en el Parlamento de Australia, corresponde a los padres el velar por la seguridad de sus hijos expuestos a los riesgos de las redes sociales.