La Asociación Mercosur-UE
El Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) han cerrado el viernes sus negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación que apunta a “crear un mercado de 700 millones de personas”.
Se trata de un logro significativo que evidencia la madurez alcanzada por el Mercosur y perfila ventajosas oportunidades económicas y comerciales para los 32 países —27 europeos y cinco sudamericanos— que involucra la asociación de ambos bloques.
Y constituye también un doble desafío: primero porque el camino a la concreción del acuerdo pasa por la ratificación en la UE y, segundo, porque los sectores agrícola y pecuario de los países del Mercosur deberán adecuarse a las exigencias europeas sobre el uso de productos químicos.
“El Acuerdo de Asociación entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentra listo para su revisión legal y traducción. Ambos bloques están decididos a llevar a cabo dichas actividades en los próximos meses, con miras a la futura firma del acuerdo”, dice en su último párrafo la Declaración Conjunta de los Estados Partes Signatarios del Mercousor —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— y la Comisión Europea sobre la conclusión de las negociaciones del Acuerdo de Asociación.
Para concretarse, esta asociación de los dos bloques necesita la aprobación del Consejo de la UE, “donde se prevé la oposición de un grupo de países (Francia, Polonia, Irlanda, Austria, Holanda e Italia) y la abstención de algún otro (como Bélgica). También tendrá que pasar por los Parlamentos, tanto el europeo como los nacionales” refiere la Deutsche Welle en un extenso artículo dedicado al tema.
Cuando esos trámites estén cumplidos el tratado entrará en vigor y, de manera inmediata, la UE eliminará el 70% de los aranceles del 91% de las importaciones del Mercosur.
Luego, en un plazo de 10 años, los cinco países sudamericanos (Bolivia ya será parte del acuerdo) habrán desgravado el 72% de su comercio y los europeos el 92%.
La liberación de aranceles no será plena, pues, para productos sensibles como carnes, arroz, azúcar, etanol y miel, la UE pone cuotas de entrada; y el Mercosur las pone, por ejemplo, para los lácteos. En cuanto a los vinos, tanto la UE como el Mercosur eliminarán en un plazo de ocho años los aranceles para botellas y envases de hasta cinco litros.
Y hay también las adecuaciones que deben hacer los países del sur a las exigencias medioambientales y al uso de hormonas y pesticidas que emplea la agropecuaria y están prohibidos en la UE.
Así, si bien el acuerdo está cerrado, falta aún un trecho de camino para conseguir su vigencia y acceder a los beneficios que representa. Y Bolivia tiene ese tiempo para prepararse a ampliar sus exportaciones, de carne bovina por ejemplo, a un mercado de 449 millones de consumidores europeos.