Turismo: un posible motor para Bolivia Turismo: Un posible motor para Bolivia
Con una riqueza cultural inigualable, paisajes únicos y una biodiversidad impresionante, nuestro país posee todos los elementos necesarios para atraer a millones de visitantes. En los últimos años, Bolivia ha enfrentado diversos desafíos en su industria turística. La falta de promoción internacional, las limitaciones en infraestructura y la escasa conectividad aérea han obstaculizado el crecimiento del sector. Para superar estos obstáculos, es crucial implementar políticas modernas que incentiven la inversión, mejoren los servicios y aseguren la sostenibilidad del turismo, protegiendo tanto nuestro patrimonio cultural como natural. Un paso clave es la creación de una marca país sólida, capaz de diferenciar a Bolivia en un mercado turístico altamente competitivo. Hoy, más que nunca, los viajeros buscan experiencias auténticas y destinos con identidad propia.
Eventos como la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2025 en Madrid han sido una plataforma valiosa para que operadores turísticos bolivianos establezcan conexiones estratégicas con actores clave del sector. Este tipo de participación permite visibilizar destinos bolivianos en el escenario global, generando interés y oportunidades de inversión. Otro ejemplo reciente y prometedor ha sido la visita de los Nanzana Kids, un grupo de influencers internacionales que lograron captar la atención de miles de potenciales turistas a través de redes sociales. Su impacto demuestra el poder del marketing digital y la necesidad de que Bolivia apueste por estrategias modernas de promoción.
Bolivia puede aprender de países que han convertido el turismo en una industria de alto impacto económico. México, por ejemplo, recibe más de 40 millones de turistas al año y genera más de 25 mil millones de dólares, gracias a estrategias como la diversificación de su oferta, una promoción eficaz y programas innovadores como “Pueblos Mágicos”, que han revitalizado destinos emergentes. Por su parte, Panamá ha apostado por el turismo de negocios y naturaleza, complementado con su política de cielos abiertos y el exitoso programa “Stopover” de Copa Airlines, que permite a los viajeros hacer escalas prolongadas sin costos adicionales, incentivando visitas cortas al país.
Para que Bolivia logre consolidarse como un destino turístico de referencia, es fundamental modernizar las políticas turísticas, facilitar la inversión en el sector y garantizar un marco normativo que impulse el turismo sostenible. También es clave fortalecer la marca país y desarrollar una identidad turística clara y atractiva que refleje lo mejor de Bolivia en el mercado global. La mejora en la conectividad aérea, con el aumento de rutas internacionales, la atracción de aerolíneas extranjeras y la modernización de la infraestructura aeroportuaria, es otro paso esencial. A esto se suma la necesidad de simplificar los trámites de visa y reducir barreras burocráticas para los turistas de mercados estratégicos, agilizando los procesos de ingreso al país.
Finalmente, invertir en marketing digital es una estrategia clave para aprovechar el potencial de las redes sociales y las plataformas en línea y así poder deslumbrar a una audiencia global con nuestro Salar de Uyuni, Copacabana, Tiwanaku, Samaipata, Toro Toro, la Chiquitania, entre otros parques nacionales y atractivos naturales. Si Bolivia apuesta por una visión estratégica a largo plazo, en la que el sector público y privado trabajen en conjunto, el turismo podrá convertirse en un pilar clave para el crecimiento económico del país.
Columnas de PABLO AGUILAR ACHÁ