Francisco de los pobres
Jorge Mario Bergoglio, el papa de la humildad. En su pontificado, el sumo pontífice, que partió a la casa del Padre, en la mañana del 21 de abril, predicó con el ejemplo. Adoptó el nombre de Francisco, el santo que vivió bajo la pobreza y cuidó a los leprosos.
A lo largo de su vida, el difunto Papa enfrentó la fragilidad de su salud. En su niñez padeció una neumonía grave, y posteriormente, fue operado para extirparle parte de un pulmón. En estos cuatro meses, también luchó contra esta enfermedad.
“El papa Francisco dejó el hospital Policlínico Gemelli de Roma el 23 de marzo de 2025, después de haber estado internado durante 38 días por una grave infección respiratoria y neumonía bilateral”, dio a conocer la sala de prensa del Vaticano, el pasado 23 de marzo.
Su empatía con los enfermos lo llevó, hasta el último momento, a ser solidario con los que más sufren. “Comparto la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles. No es siempre fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar”, dijo en su misa por el Jubileo de los Enfermos.
Según datos biográficos, el primer papa latinoamericano conoció la mística de San Francisco de Asís en su infancia, a través de los cuentos que su familia le leía antes de dormir. La grandiosidad de un hombre que hablaba con los animales infundió en él una gran sensibilidad.
Ese fraile que inspiró todo un movimiento de amor universal, ecológico y de reconocimiento de los animales como los “hermanos menores”, lo inspiró, pues igual que él, el de Asis “alentaba con alegría por haber elegido el camino de la pobreza”, rememoran las memorias del santo.
El líder espiritual de los católicos vivió gran parte de su apostolado en su país y fue papa 12 años. Ningún pontificado es fácil, pero sin lugar a dudas el suyo fue una gestión combativa con las finanzas, la pederastia y las reformas.
La partida de Francisco, justo después del Domingo de Resurrección y la celebración de la Pascua, tiene un gran significado para los católicos en un mundo marcado por las dificultades materiales y espirituales.
Con toda seguridad, el papa argentino deja una huella imborrable en millones de personas, creyentes y no creyentes, porque supo marcar diferencia desde antes de ser papa y estar en el ojo de los medios, desde que renunció a una vida como la de sus amigos, desde que comenzó a recorrer las villas pobres de su país, hasta que llegó al Vaticano y tomó el nombre de un ser humilde, Francisco.
La humildad que lo llevó a renunciar a los lujos del Vaticano y a vivir modestamente tuvo y tendrá un gran impacto en la vida papal como una búsqueda de cercanía con el mundo. Francisco falleció a los 88 años y toda su vida supo llevar su cruz animado por los valores, como la fidelidad a Dios y el amor universal. ¡Gracias, papa Francisco!