El 1er Día del Peatón de 2025
Seis semanas después de haberse suspendido por razones medioambientales —el prolongado bloqueo del botadero de K’ara K’ara— la ciudad de Cochabamba vive hoy su primer Día del Peatón del año, que, como toda actividad colectiva no tradicional, provoca también críticas que apuntan de manera especial al impacto mínimo de esta jornada sobre las condiciones de la atmósfera en el municipio.
Mejorar la calidad del aire, al menos por un día, fue el principal propósito del Día del Peatón cuando se lo instituyó en Cochabamba en 1999. Con el paso del tiempo, esa jornada dejó de ser única en el año y en esta ciudad existen tres anuales: en otoño, primavera y verano.
Y es evidente que la calidad del aire mejora, quién podría discutirlo bajo el cielo limpio que cubre esta jornada, además de las mediciones que registran disminuciones muy significativas de partículas de carbón en la atmósfera.
Cada año, tenemos tres días sin vehículos en Cochabamba, tres días de aire puro cuyos efectos debieran llegar más allá del disfrute peatonal y servir para acciones de mayor alcance, como reflexionar acerca de las soluciones posibles para el problema de la contaminación del aire y de la contribución cada ciudadano en el desafío de disminuirla.
La mala calidad del aire en la ciudad aumenta de manera sostenida junto con el tamaño del parque automotor.
Y al aumentar la contaminación atmosférica, disminuye la calidad de vida, pues los efectos sobre la salud son inevitables, como lo constata un estudio científico publicado en 2016 y que estudió la relación de la calidad del aire con los casos registrados de infecciones respiratorias agudas (IRA), en La Paz, El Alto y Cochabamba.
“Podemos apreciar que la mayor incidencia de IRA se tiene en la ciudad de Cochabamba, con una ligera tendencia a aumentar”, constatan los autores del estudio, dos académicos de la Universidad Católica Boliviana-Cochabamba.
Eso no va a cambiar con tres domingos por año sin circulación de vehículos y controles esporádicos de las emisiones de sus gases. Frenar el deterioro de la calidad de aire en la ciudad requiere un plan serio y a largo plazo.
Otro aspecto cuestionable del Día del Peatón es que se ha transformando en una ocasión para el comercio de todo tipo —y en variadas escalas—, cuya actividad genera cantidades extraordinarias de basura.
Pero este día es también una oportunidad para la difusión cultural y artística, para que artistas callejeros, músicos y bailarines ocupen el espacio público, mientas que las organizaciones y entidades de servicio social aprovechan para difundir sus campañas educativas.
Motivo de disfrute y de cuestionamientos, el caso es que el Día del Peatón, es una jornada cuyo impacto depende tanto de las instituciones involucradas, como de los habitantes de esta ciudad.