Estados Unidos y Bolivia
Estados Unidos recuerda cada 4 de julio el Día de su Independencia por la firma de la Declaración de la Independencia, en 1776, mediante la cual el país proclamó su separación formal del Imperio británico.
La relación entre Estados Unidos y Bolivia ha estado marcada por varios hitos a lo largo de su historia. De hecho, el inicio de sus acercamientos se remonta al siglo XIX, con la primera visita de embajadores a la denominada Confederación Peruano Boliviana. Aunque esta alianza se disolvió, Estados Unidos reconoció a Bolivia como un estado soberano y nombró a John Appleton como encargado de negocios.
En los últimos años, las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos se han caracterizado por altibajos en los planos diplomática, cultural, económico y de justicia. Sin embargo, ambos países mantienen sus embajadas, cada uno en la capital del otro, y jefes de misión o encargados de negocios y su interacción es de cooperación en áreas como el comercio, la justicia y la educación.
Uno de los mejores momentos en cuanto a logros comerciales se dio durante la vigencia de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y Erradicación de la Droga (Atpdea), por sus siglas en inglés.
En ocho años, desde 2009 a 2016, las exportaciones bolivianas a Estados Unidos alcanzaron los 9.027,9 millones de dólares. En 2014, se registró la mayor exportación anual al mercado estadounidense por un valor de 2.010,9 millones de dólares, según el INE.
Sin embargo, las tensiones se incrementaron en el plano político y diplomático en los años del gobierno de Evo Morales, con las expulsiones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y del embajador Phillip Goldberg.
Y los últimos años, la afinidad que el Gobierno boliviano tiene con países como Rusia, Irán y China acrecentó su distancia con el de Estados Unidos.
Sin embargo, las relaciones entre ambos países se mantienen dentro del marco del respeto y la diplomacia con avances en intenciones comerciales, como la exportación de achachairú de Bolivia a EEUU. Este acercamiento es una muestra de que la agenda entre ambos países puede ser más amplía y transcender la problemática del narcotráfico, un flagelo mundial que va más allá del combate a la coca u otra materia para obtener sustancias ilícitas.
¿Las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos pueden mejorar? La decisión está en manos de los actores políticos, de los gobernantes y diplomáticos que vean la importancia de mantener relaciones e intercambios comerciales con países que muestren apertura y cooperación mutua.
Hasta ahora, la historia ha demostrado que se pueden vencer barreras ideológicas y políticas para hermanar a los pueblos.