Romero evita referirse al audio filtrado: La prioridad es Montenegro
El ministro de Gobierno Carlos Romero evitó referirse a las declaraciones del excomandante de la Policía Rómulo Delgado, que ayer aseguró que no fue el responsable de filtrar el audio que destapó el caso Montenegro, y exigió al diario Los Tiempos revelar la fuente de esta filtración y de esta forma vulnerar la Ley de Imprenta.
“No voy a opinar al respecto; no es un tema que me preocupa en lo fundamental, mis preocupacuiones son otras (...) Estamos en otros temas más importantes como la captura de Montenegro”, declaró.
El pasado domingo, el ministro Romero, acusó a Delgado de filtrar el audio a Los Tiempos por una presunta “venganza” por haberlo destituido de la comandancia general donde estuvo no más de tres meses.
En el audio, difundido el pasado 13 de abril, el general Delgado atribuía su destitución a un informe de inteligencia que investigaba el entonces director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz, Gonzalo Medina, y Fernando Moreira por estar involucrados en un supuesto envío de 40 kilos de droga a Estados Unidos vía Panamá.
"Es una conversación entre dos personas, un general y un coronel. Si yo estoy conversando con usted y un medio de comunicación recibe la grabación, los involucrados tendrán que aclarar", agregó Romero.
Romero informó hoy que aún se desconoce el paradero de Pedro Montenegro Paz, extradictable acusado de narcotráfico, con presuntos vínculos con exjefes policiales por este mismo delito.
Explicó que se realizaron operativos en dos departamentos, con más de 20 allanamientos donde se encontró documentación y se prevé extender la búsqueda a un tercero.
“Estamos pidiendo que se agilice (la investigación) y tengamos resultados, hay tres equipos que están trabajando pero hasta el momento el paradero de Montenegro no ha sido determinado", explicó.
La Policía identificó el modus operandi del narcotraficante Pedro Montenegro Paz para llevar drogas a EEUU.
Según una investigación policial, Montenegro acopiaba droga en la ciudad de Santa Cruz y luego contrataba vuelos chárter a Panamá o Bahamas, para posteriormente ir hacia EEUU. Estos vuelos se realizaban junto a varios jefes y altos rangos policiales a modo de tours.
