En El Alto, una mujer contrató delincuentes para matar a su esposo
En la ciudad de El Alto, una mujer identificada como Magdalena V. fue aprehendida por la Policía, el viernes en la tarde, acusada de haber contratado a un grupo de delincuentes para asesinar a su esposo, informó el director regional de la fuerza anticrimen, Douglas Uzquiano.
El hecho de sangre se registró el 9 de mayo. Dos sujetos ingresaron al departamento de Antonio S. C. de 58 años de edad y allí acabaron con su vida a golpes y choques eléctricos. Robaron de la casa aparatos electrónicos y el vehículo de la víctima.
La Policía procedió a la investigación del caso y descubrió que el ataque fue ordenado por la esposa del fallecido, quien vivía en otro departamento en la misma casa de Antonio, de quien se iba a divorciar.
Según el informe policial, Magdalena trabajaba como contadora y consideraba que ella había sido quien más había aportado para que la pareja tenga su casa, mientras que su esposo ya ni salía a trabajar como taxista. Asimismo, ella quedó aislada de la familia, dado que los hijos prefirieron vivir en el departamento de su papá.
La mujer conoció a Marco F. -el principal autor del crimen- a través de una amiga, la suegra del sujeto.
La acusada le contó que había sufrido violencia física, psicológica y económica de parte de su esposo.
Entonces, le pidió a Marco que haga un seguimiento a su cónyuge, porque sospechaba que tenía otra pareja y esa prueba le serviría para divorciarse sin entregar nada a Antonio. Según la Policía, la mujer ordenó dar una golpiza a su esposo para tal vez quebrarle una pierna o brazo.
La Policía investigó el asesinato, consiguió indicios como contactos telefónicos entre los implicados, hasta que el 16 de mayo se logró la aprehensión de Marco, quien fue capturado en Yacuiba cuando trataba de fugar hacia Argentina. El sujeto tenía en su poder el celular del fallecido y otros objetos robados.
Según el coronel Uzquiano, después del asesinato, Magdalena pagó a los delincuentes un monto que no especificó. Marco, que era encargado de repartir el dinero se quedó con la mayor parte, entregando a sus cómplices 300 y 250 bolivianos.