El clamor de la tercera edad por mejoras en el servicio de salud
“Para sacar ficha tengo que venir desde las 3 o 4 de la mañana, el frío nos azota, hay que esperar parados, no tenemos comodidad, estamos enfermos y cansados, no debería ser así para nosotros, necesitamos un mejor trato”, lamenta Concepción Cáceres, una mujer de 69 años que asiste a la Caja de Salud.
Si bien el acceso a los servicios en los establecimientos de salud en general es complejo, se hace mucho más difícil para las personas de la tercera edad que en su mayoría no tienen ayuda de familiares y deben acudir solos para obtener una ficha, ser atendidos y recibir sus medicamentos.
Según la Dirección de Seguros del Ministerio de Salud, las enfermedades más frecuentes en las personas mayores de 60 años son la lumbalgia (dolor localizado en la parte baja de la espalda), enfermedad por reflujo gastroesofágico (acidez estomacal- indigestión), faringoamigdalitis (inflamación de amígdalas), hipertensión arterial y artritis.
Afecciones que no sólo demandan un servicio de calidad sino de calidez. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2020, el número de personas de 60 años o más será superior al de niños menores de cinco años.
“No hay una persona mayor ‘típica’. Algunos octogenarios tienen unas facultades físicas y psíquicas que nada tienen que envidiar a las de muchos veinteañeros. Otras personas, en cambio, sufren un deterioro considerable a edades mucho más tempranas”, explica elente internacional.
La imagen de personas de la tercera edad esperando una ficha, una orientación para encontrar el consultorio o simplemente una ayuda para levantarse del asiento y poder caminar lentamente, es un cuadro común en los establecimientos de salud.
En el hospital Viedma si bien hay una ventanilla habilitada para priorizar la atención de este sector de la población, muchas veces los cupos no alcanzan en una jornada, obligándoles a retornar al día siguiente, seguro mucho antes para asegurar su atención.
Las personas de la tercera edad requieren una respuesta integral del sistema de salud a su deterioro biológico, pero también un mejor trato que permita comprender que el envejecimiento también está asociado con otras transiciones de la vida como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y la muerte de amigos y pareja.
La OMS prepara la “Estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud”, una propuesta que busca abordar cinco ámbitos de actuación prioritarios: el compromiso con un envejecimiento saludable, el alineamiento de los sistemas de salud con las necesidades de las personas mayores, el establecimiento de sistemas para ofrecer atención crónica, la creación de entornos adaptados a las personas mayores y la mejora de las mediciones, el seguimiento y la comprensión.
"La respuesta de salud pública debe ser integral, a fin de atender las enormes diferencias en experiencias y necesidades de la gente mayor”.
Organización Mundial de la Salud