Afectados ratifican rechazo a represas en la Amazonía
La Paz
“¿Energía para quién, para qué y a qué costo?” fue la cuestionante que Jennifer Chavarro, de la Asociación de afectados por el proyecto hidroeléctrico El Quimbo de Colombia, planteó en el II Encuentro Regional de afectadas y afectados por Represas en la Amazonía que se desarrolla en Rurrenabaque, Beni, desde el viernes pasado.
“Las represas no sólo son eso; son la expresión del modelo económico y la expresión del modelo energético que impera hoy en América Latina (…) un modelo económico financierista, extractivista y que requiere del despojo de territorios para poder consolidarse”, aseveró Chavarro.
Casi un centenar de representantes de diferentes organizaciones y comunidades indígenas de Colombia,Brasil y Bolivia, afectados por proyectos de construcción de hidroeléctricas en la Amazonía, intercambian experiencias de lucha y resistencia y trabajarán en propuestas para hacer frente a estas obras.
Participan representantes de MAB Rondonia, Instituto Madera Vivo y Coiab, de Brasil; Asociación de afectados por el Quimbo y Movimiento Ríos Vivos, de Colombia; Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, Contiocap (Resistencia Proyecto Rositas) y Comité Defensores de la Vida Amazónica en la cuenca del Río Madera, de Bolivia, entre otros.
“¿Ustedes creen, compañeros y compañeras, que los recientes incendios (en la Chiquitanía) fueron casualidad? No, eso fue planificado, por eso el Gobierno no lo atendió a tiempo (…); porque este Gobierno tiene otras intenciones para los bosques de la Amazonía”, afirmó Miriam Pariamo, presidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia.
RESISTENCIA
Defensa de sus territorios
Este tercer encuentro de Rurrenabaque da continuidad al primer foro de afectados por las represas de Brasil, Colombia y Bolivia, desarrollado el pasado en julio pasado en el municipio beniano de Guayaramerín.
En esa oportunidad, tras tres jornadas de trabajo, después de escuchar las experiencias e informes de expertos, los líderes y representantes de los tres países definieron mantener una lucha regional en contra de las represas para hidroeléctricas con planteamientos de políticas estructurales, defensa de sus territorios, respeto a los protocolos de consulta a los pueblos y generación de proyectos de energías renovables.