Llega polémica delegación argentina y Gobierno advierte que los vigilará
En medio de polémica, denuncias de agresiones montadas, gastos elevados y advertencias del Gobierno, un grupo compuesto por más de 40 activistas argentinos afines a Evo Morales llegó al país para hacer un informe de la situación de los derechos humanos, en el marco de la crisis que se desató tras el fraude electoral del 20 de octubre.
La visita generó polémica y diversas críticas de sectores que denuncian que los extranjeros vienen a hacer “subversión”, mientras el Gobierno transitorio advirtió que “vigilará” a los visitantes, a quienes pidió que “anden con cuidado”.
La comitiva argentina, denominada Delegación Argentina en Solidaridad con Bolivia, está liderada por el dirigente sindical, peronista y aliado del kirchnerismo, Juan Grabois, quien junto a dirigentes sociales y líderes de plataformas de derechos humanos llegó la noche del jueves al aeropuerto de Santa Cruz, donde estalló la primera polémica.
En la terminal aérea, un grupo de ciudadanos increpó y agredió a los activistas argentinos acusándolos de terroristas. Grabois y compañía denunciaron frases xenófobas y también que la Policía migratoria los retuvo por mucho tiempo, haciéndoles preguntas sobre los motivos de su visita al país.
“Nos recibieron las fuerzas de seguridad, nos llevaron a un rinconcito y uno a uno nos fueron interrogando de una manera absolutamente arbitraria”, denunció Grabois.
Desde México, el propio expresidente Evo Morales se refirió a la situación en su Twitter: “Exigimos les dejen llegar a La Paz para realizar trabajo de investigación sobre derechos humanos. Dictadura fascista evidencia su autoritarismo”.
Tras el incidente, dos periodistas, Juan José Hidalgo de Radio Panamericana y Humberto Vacaflor, aseveraron que uno de los que increpó a los argentinos fue un miembro de su misma delegación, por lo que sospechan que la agresión “fue un show montado”.
“Prefabricaron ese recibimiento para que se victimicen, para decir que en Bolivia no hay garantías, porque les grita, supuestamente les patea el tobillo, etc.”, dijo Hidalgo.
Ayer, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió que extranjeros que lleguen al país con la pretensión de “incendiar el país” “anden con cuidado” porque son vigilados.
Señaló que al primer paso en falso que den esos extranjeros en actos de terrorismo y sedición “se las verán con la Policía, que está alerta y tiene orden de no permitir que se dañe al país”.
En respuesta, Grabois, desde El Alto, donde se reunió con víctimas de los hechos de Senkata, dijo que “no tenemos nada que ocultar, no vamos a hacer ningún delito, pero fundamentalmente no tenemos miedo.
Nosotros no tenemos miedo y esperamos que la población en Bolivia pueda sacudirse ese miedo que le han puesto que le impide denunciar, que le impide manifestarse libremente”.
La delegación argentina llegó al país para hacer un informe de la situación de los derechos humanos
“NO PERMITIREMOS ACTOS DE SEDICIÓN”
El ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, dijo que, si bien la delegación argentina puede hacer “una observación” a lo que ocurre en el país, el Gobierno será “tajante” y no permitirá actividades de sedición o de instigación.
“Lo que no tienen derecho es realizar actividades subversivas; si ellos vienen a una simple misión de observación tienen todo el derecho de hacerlo. Lo que el Gobierno va a ser tajante es en no permitir ningún acto sedicioso ni de instigación”, afirmó.
Los 40 delegados de movimientos sociales y de grupos peronistas argentinos que llegaron a Santa Cruz y luego a La Paz se alojan desde ayer en el hotel Casa Grande de la zona Sur de La Paz, el más lujoso de la ciudad.