Crisis continúa y hay una guerra de baja intensidad
La crisis que comenzó con el presunto fraude electoral del 20 de octubre y que culminó con la renuncia de Evo Morales el 10 de noviembre no ha terminado y más bien se vive una especia de “guerra de baja intensidad”, señalaron los expertos consultados.
“La crisis no ha terminado, lo que tenemos en ciernes es una salida institucional que nos da la oportunidad a los bolivianos de resolver nuestras controversias en el plano institucional, pero tanto las heridas culturales, las situaciones de confrontación que se han producido, la disputa por el poder no se ha resuelto, por eso estamos en un momento todavía de definición, en una especie de guerra de baja intensidad, que esperamos que se resuelva con el voto”, dijo María Teresa Zegada.
Rolando Tellería complementó que, en la medida en que el escenario electoral se intensifique con la definición de candidatos, duplas y fuerzas políticas esos posibles escenarios podrían atenuarse sistemáticamente. El gran desafío para el país, y el Gobierno transitorio, estriba en llevar adelante un proceso electoral limpio y transparente, para contar con próximo un Gobierno que salga de la legitimidad de las urnas.