Plasma hiperinmune y donación, ¿cuál es la situación en Bolivia?
La escasa donación de plasma hiperinmune muestra un escenario poco alentador en Bolivia. Muchos pacientes claman ayuda de los recuperados que se convierten en la esperanza frente a la Covid-19.
El plasma hiperinmune es el suero o porción líquida que queda después de que se han eliminado glóbulos rojos, plaquetas y otros componentes celulares de la sangre.
Su uso, como medida terapéutica, fue autorizada en el país por el ministerio de Salud. Se extrae de pacientes infectados y convalecientes que han desarrollado una respuesta inmune.
El plasma convaleciente o inmunoglobulina hiperinmune puede reducir la mortalidad en pacientes con enfermedades causadas por virus respiratorios, como la Covid-19.
Sin embargo, el éxito del plasma hiperinmune puede estar limitado ya que no todos los pacientes que se recuperan desarrollan anticuerpos neutralizantes. El contenido de anticuerpos debe probarse en pacientes convalecientes para seleccionar donante adecuados.
Lo cierto es que está funcionando en varios pacientes que reducen los síntomas graves gracias al líquido. La realidad es que la donación es escasa y son pocos los pacientes que se animan a donar su plasma.
A eso se suma la intención de muchos recuperados de la Covid-19 que pretenden cobrar por su donación, situación ilegal que busca ser normada a través de normas que obliguen a los pacientes recuperados a donar plasma hiperinmune.
La directora del Banco de Sangre Referencia Cochabamba, María Luisa Herrera, y el especialista en terapia intensiva, neumología y medicina interna, Ever Luizaga, explicaron a fondo todos esos temas relacionados con el plasma hiperinmune, considerada la mejor opción en Bolivia para los enfermos con Covid-19.