Elecciones y crisis sanitaria, los retos de Bolivia en el corto plazo
Este 6 de agosto, Bolivia cumple 195 años desde su independencia, pero esta vez los festejará en medio de una pandemia, sin actos protocolares, en una crisis multidimensional: social, económica y política y en un país “irreconciliable” debido a la fractura social: clase media versus clase popular, oriente versus occidente y lo urbano contra lo rural. Además de una clase política que no busca solucionar las necesidades del país, sólo tiene el interés de destruir al adversario por medio de la violencia.
Analistas políticos y activistas, entre otros, consideran que, después de salir de un periodo “autoritario” de 14 años en manos del Movimiento Al Socialismo (MAS), Bolivia iba a festejar en un escenario de patriotismo y particularmente con una democracia recuperada, aspecto que se afecta por la pandemia del coronavirus.
Marcelo Arequipa Azurduy, doctor en Ciencia Política, indicó que el país se encuentra en una “crisis multidimensional” y que es la primera vez que sucede este fenómeno.
“Muy pocas veces en la historia de este país hemos tenido al mismo tiempo crisis política, crisis económica y crisis social, pero además de manera aguda, no es que hay atisbos o hay pocos elementos de estas crisis, sino que estas tres efectivamente se están cruzando hoy día, ahora mismo estamos en la disyuntiva de cómo resolver en su generalidad las crisis”, explicó.
En ese sentido, Arequipa manifestó que, desde octubre del año pasado, Bolivia se encuentra en una situación compleja, en la que ya no se trata de quién va a gobernar, sino sobre las acciones que se van a tomar “como país para no hundirnos más de lo que estamos”.
“Ahora mismo, ni siquiera hemos empezado el periodo de transición política en Bolivia; lo vamos a empezar cuando hayan elecciones. El resultado de la elección va a ser el inicio de la transición política en este país (…), hasta el momento en que hayan elecciones es un paréntesis, estamos sumidos en la incertidumbre y echados a la suerte”, agregó.
Para el abogado constitucionalista y especialista en procesos electorales Paul Antonio Coca, es un año para el olvido, en el que la pandemia ha desnudado la precaria situación del país en todos sus ámbitos, pese a la bonanza que gozó el país en la administración del MAS.
“La pandemia no es la responsable, sino esto ha desnudado realmente las falencias que se tiene en lo educativo, productivo, laboral, político, donde nos hemos dado cuenta de que el tema de la coexistencia de diferentes visiones políticas no es posible de manera pacífica, es donde nuestros políticos, por mantener intereses sectoriales, prefieren respetar esos intereses antes de hablar de un interés nacional”, manifestó.
José Luis Santistevan, abogado constitucionalista, al compartir la visión respecto a la crisis que agobia al país, indicó que hay sectores que buscan imponer un escenario electoral sin considerar el tema sanitario, con el único objetivo de tomar el poder.
“Por un lado, el MAS se alimenta del derramamiento de sangre, no le duele el dolor ajeno ni la vida de la gente. Por otro lado, un Gobierno que hizo fracasar la transición y que ya no tiene merecimientos para seguir en el poder ni siquiera de paso. Nos colocarán frente a un escenario de acuerdo electoral para realizar las elecciones por encima de la pandemia”, señaló.
Violencia latente
Los políticos se responsabilizan entre sí de la crítica situación en la que se encuentra Bolivia, falta de capacidad, corrupción, derroche de recursos económicos, generación de violencia, entre otros.
Representantes de alianzas políticas contrarias MAS aseguran que el partido azul busca hacerse del poder nuevamente a como dé lugar, sin importar los riesgos a los que expone a sus seguidores en este periodo de pandemia del coronavirus.
El MAS —aseguran—, para el efecto, promueve movilizaciones, normas prebendalistas o electoralistas, bloqueos e incluso empuja a la generación de violencia.
“Es algo muy inusual en la historia del país, pero además nos ha tocado en una gravísima crisis política, donde se han cometido errores del MAS, esos errores garrafales como suele ocurrir, en los grandes políticos, en el que los caudillos se equivocan y afectan a todo un país”, refiere el vocero de Comunidad Ciudadana (CC), José Luis Bedregal.
Considera que este proceso de transición, que debe culminar con las elecciones, se originó en el descontento de una gran mayoría de los ciudadanos que se sintieron engañados cuando Evo Morales pretendió burlar los resultados del referendo de 2016, en el que se rechazó modificar la Constitución Política del Estado (CPE) y negó la reelección, además del último suceso ocurrido con el fraude electoral del 20 de octubre de 2019.
“Esta crisis política está signada como otras anteriores por un violencia latente y explícita que, por supuesto, dañan la vida cotidiana de todas las familias bolivianas y se agrava más aún con una crisis económica resultado de la pandemia, una crisis económica que también es acelerada en el mundo entero y que en nuestro país se le añade la crisis política que genera incertidumbre y mayor riesgo”, menciona.
El diputado Gonzalo Barrientos, de Unidad Demócrata y candidato por la Alianza Juntos que promueve a Jeanine Áñez a la presidencia, sostuvo que el MAS busca imponer su posición a través de la generación de violencia y recurriendo a sus afines, pero ahora, además, con su mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) pretende promover leyes electoralistas y obstaculizar tareas del Ejecutivo.
Sin embargo, agregó que es un 6 de agosto para celebrar la reivindicación de la democracia, después de 14 años de opresión y autoritarismo.
“Históricamente, será el primer 6 de agosto en una pandemia en un momento del pico más alto de contagios. Nos tocó vivir como generación esta difícil situación, pero será también un 6 de agosto de reafirmar los altos compromisos que tenemos con la patria, una bandera que nos hace seguir adelante y nos dice que hay que recuperar la democracia para el pueblo”, manifestó. Por otra parte, Bedregal dijo que, sin considerar la pandemia de la Covid-19, Bolivia ha sufrido un retroceso en su proceso democrático.
“Estamos en un escenario con tres crisis que se sobreponen una a la otra, además con un Estado muy debilitado, hemos retrocedido respecto al Estado que se construyó con mucho esfuerzo después de la reconquista de la democracia en los años 80”, añadió.
Para Barrientos, Bolivia ha sufrido durante 14 años con el único objetivo de generar un régimen dictatorial e intentar recuperar el poder con la división de la sociedad boliviana.
“Se ha utilizado de manera perversa esta división, han propiciado una división del pueblo boliviano entre k’aras y t’aras , entre citadinos y provincianos, entre oriente y occidente, que la izquierda o la derecha , una actitud maquiavélica muy perversa que ha llevado adelante el MAS”, indicó.
Agregó que debe haber elecciones y el pueblo boliviano, con el voto, va a dar un paso más para recuperar la democracia, pero los comicios deben realizarse en el momento oportuno y no en una situación en que se está atentando contra la salud de todos.
Recuperar la democracia
El MAS considera que este 6 de agosto no hay nada que celebrar, porque el pueblo sufrió un golpe de Estado y le robaron su democracia, por lo que la tarea fundamental es recuperarla.
“Desde el golpe de Estado, una sola obra han impulsado. La señora Jeanine Áñez en lo único que se ha esmerado es en ocultar la corrupción y crear testigos clave. Los bolivianos vamos a salir, si es que nos permiten desfilar, con crespones negros. Tanta gente ha muerto y no ha podido ni siquiera ayudar la señora Áñez”, manifestó el diputado del MAS, Édgar Montaño.
Acotó que es un año para el olvido, un año de dolor, un “año donde nos ha quitado la libre expresión”.
“Es un año donde nos han quitado la democracia y es un año que en verdad nos ha quitado las ganas de seguir luchando con esta pandemia, porque la verdad nos meten a nuestras casas y después nos multan a partir de los 2 mil bolivianos”, dijo.
Por su parte, Arequipa sostuvo que Bolivia, lamentablemente, vive en un escenario en el que los políticos no buscan una salida a la crisis y que su enfoque es derrotar al oponente.
“Es la primera vez que estamos viviendo en un escenario tan dantesco. Se han profundizado fuertemente las diferencias y eso viene alentado por la clase política, que no se hace cargo de los problemas, lo único que hace es buscar la anulación del otro, no busca hacerse cargo de los temas y negociar, no busca dar un paso más allá”, sostuvo.
A su vez, Coca aseguró que “el tema de la pandemia no distingue absolutamente el color político de la persona o la ideología o clase social. Elecciones tienen que haber, pero los políticos tendrían que dar a Bolivia un gran regalo: un pacto nacional que privilegie la salud”.