DNI Bolivia indica que la violencia contra la mujer y la niñez se incrementó durante la cuarentena
El movimiento internacional Defensa de los Niños Internacional (DNI) Bolivia realizó un seguimiento durante los meses de agosto y septiembre al reporte de casos de violencia contra la niñez y adolescencia en todo el territorio boliviano por lo que determinaron que “durante la cuarentena, la violencia contra la mujer y la niñez se han incrementado. Los factores son múltiples que van desde lo económico, la formación y lo cultural”.
Mediante una nota de prensa, aseguraron que en agosto, se han reportado 57 casos de violencia contra las niñas, los niños y adolescentes. De estos casos, el 35,1% corresponden a las niñas, el 17,5% a niños y el 47,4% a adolescentes. El tipo de violencia que se evidencia más, es la violencia sexual en 68% que corresponde a 36 casos. Luego está la violencia física, con un 21% que corresponde a 11 casos.
Las víctimas de la violencia sexual son niñas y adolescentes. El 76,5% corresponde a las niñas frente al 37,5% de niños. Entre las adolescentes mujeres, la violencia sexual ha llegado al 81%. “Otros números que preocupan son los referidos a un entorno seguro parar la niñez. La familia, como espacio físico, es el lugar donde más se genera la violencia. Los datos hablan de 37 casos de violencia registrados en los espacios de la familia que equivale a un 65%. Siendo, en segundo lugar, el barrio con 10 casos que equivalen a un 17,5% y, seguido a esto, está la calle con 6 víctimas que corresponde a un 10%”, expresan.
“A partir de estos datos podemos evidenciar que las niñas y mujeres adolescentes son las que sufren más la violencia: niñas 35.1% y mujeres adolescentes 47,4%”, concluyen.
En cuanto a la violencia sexual hacia las niñas y adolescentes mujeres se reportan estos casos en el 76,5% niñas y 81% en adolescentes mujeres; pero también se reporta violencia sexual en los niños con un 37%. La familia, como espacio físico, sigue siendo donde más se dan los casos de violencia.
Expresaron que dentro las políticas para hacer frente a la problemática, “es necesario recuperar la figura de la crianza entendida esto como la relación de preocuparse y ocuparse por la vida de nuestros niños y adolescentes. (…) Lo importante es tener a alguien que se preocupe por esta población, alguien que acompañe en su proceso de crecimiento. Por tanto, hoy urge recuperar el espacio de la familia como un lugar seguro donde los derechos de las niñas, niños y adolescentes sean protegidos, como un lugar de crianza bajo la mirada de una persona adulta”.
Finalmente proponen crear un bono de crianza para la persona que estaría a cargo de los niños y adolescentes de la familia. “Con este bono, se reconoce económicamente el trabajo invisible de la mujer. Sobre todo, puede ser una figura central en la reducción de la violencia. Por otra parte, también se recupera la figura de la familia educadora, criadora y cuidadora de la niñez”.