Recuerdan a fallecidos de Huayllani sin avances en las investigaciones
El 15 de noviembre de 2019, la historia de Cochabamba y Bolivia se manchó de sangre por la “masacre” de Huayllani en Sacaba. Hoy se cumple un año de la muerte de 10 personas y más de 120 heridos por los conflictos poselectorales. Las investigaciones internas avanzan con lentitud; en tanto, cinco organizaciones internacionales emitieron informes al respecto.
El recuerdo de los hechos
La denuncia de fraude electoral en las elecciones nacionales del 20 de octubre de 2019 llevó a miles de bolivianos a las calles. Cabildos, bloqueos y enfrentamientos cesaron el 10 de noviembre cuando el expresidente Evo Morales renunció a su cargo.
En ese momento, otro sector de la población se levantó. La noche del 13 de noviembre llegaron cientos de personas desde el trópico hasta Sacaba. Las fuerzas del orden anunciaron que no les dejarían pasar hasta la ciudad y se quedaron en Sacaba.
“Hicimos todos los esfuerzos para evitar enfrentamientos desde el 13 por la noche. El comandante (de la Policía, Edwin) Zurita fue textual y dijo que no iba a permitir que ninguna movilización entre a Cochabamba”, recuerda el delegado de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox.
El jueves 14 de noviembre de 2019, la presidenta Jeanine Áñez promulgó el Decreto Supremo 4078. En su artículo 3 señala que los miembros de las Fuerzas Armadas que participen en operativos de restablecimiento del orden interno estarán exentos de responsabilidad penal.
Pese a ello, el 15 de noviembre los campesinos del trópico emprendieron rumbo hacia la ciudad, pero fueron interceptados en el kilómetro 10 por las Fuerzas Armadas y la Policía. Los huecos de las balas en los muros son el recuerdo de lo ocurrido, balas que cobraron las vidas de 10 personas y dejaron más de 120 heridos.
El 24 de noviembre se firmó el acta de pacificación en Cochabamba. Cox reclama que varios puntos de ese documento no se cumplieron; por ejemplo, el pago de la atención clínica de los heridos.
Las investigaciones
Este hecho sangriento llevó al inicio de investigaciones por una comisión de fiscales. Hasta la fecha, en el caso hay una persona imputada, que fue encontrada con un arma de fuego. Se tienen los informes de autopsia de las víctimas que indican que murieron por heridas de bala en la cabeza y el abdomen.
En algunos casos, se pudieron recuperar los proyectiles de los cuerpos y en otros fueron atravesados. La mayoría de las heridas fue en la espalda, hecho que el exministro de Gobierno, Arturo Murillo, utilizó para decir que se trató de un “autoatentado” y que entre los manifestantes se dispararon, según dijo en una conferencia de prensa.
Se hizo un estudio de balística que fue presentado por el Ministerio de Gobierno y manejado por las Fuerzas Armadas para indicar que esas balas no pertenecen a las armas reglamentarias.
Empero, Cox denuncia que ni la Fiscalía o la Defensoría del Pueblo pudieron acceder jamás al documento del operativo de alguna de estas dos instituciones.
“Se pidió el plan de operaciones de esas intervenciones, pero la Policía y las Fuerzas Armadas se negaron por ser secreto de Estado. Han negado verificativos de sus armas, vehículos y demás”, dijo Cox.
A esto se suma que la Fiscalía determinó una pausa administrativa por la pandemia del coronavirus. Recién a finales de octubre se determinó continuar con las investigaciones y se llamó a declarar al excomandante departamental, Edwin Zurita.
Organismos internacionales
Un hecho que involucra a las fuerzas del orden y fallecidos siempre despierta preocupación en los organismos internacionales. Es así que cinco de ellos decidieron investigar lo ocurrido en Sacaba y presentaron sus informes.
Estos organismos son la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Clínica de Derechos Humanos de Harvard, Amnistía Internacional (AI), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Instituto de Terapia e Investigaciones sobre las secuelas de la tortura y violencia de Estado.
La CIDH fue la organización más visible. Visitó el altar construido para los fallecidos y entrevistó a las familias y heridos. Su informe observó una serie de vulneraciones y determinó que lo ocurrido en Sacaba fue “una masacre”.
Todos los informes instaron al Gobierno a garantizar las prontas investigaciones de los hechos y de forma transparente. Además de promover el cumplimiento de las garantías judiciales.
Los informes revelan una serie de derechos vulnerados, además de actos de discriminación y racismo.
Corte penal internacional
Los fallecidos y sus familiares son denominados Héroes de la Democracia. Este grupo, al no encontrar la justicia esperada en el país, decidió presentar una demanda ante la Corte Penal Internacional.
Es decir, se solicitó la investigación de responsabilidad a los altos mandatarios que habrían cometido delitos de lesa humanidad, en este caso, la expresidenta Jeanine Áñez, los ministros de Gobierno y Defensa y otros que pudieran estar involucrados.
En caso de ser encontrados culpables, estos actos se sancionan con la cárcel.
Una misa y un acto para recordar a los fallecidos
Los denominados Héroes de la Democracia buscan que se recuerde esta fecha con ímpetu. Por ello, organizaron una misa y un acto conmemorativo en el punto de conflicto del 2019.
La misa será a las 13:00 en el kilómetro 10 de la avenida Villazón, que corresponde a la zona de Huayllani de Sacaba. Se cursaron invitaciones al presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquequehuanca y el expresidente Evo Morales.
Ninguno de ellos aún confirmó su presencia en este acto conmemorativo. Quienes sí estarán son los familiares de los fallecidos en Senkata, El Alto, otro de los conflictos que cobró vidas en 2019, además de dirigentes y algunos miembros de la federación de Yungas Chapare y otros movimientos sociales de este sector.
“Recordando un año de la masacre, vamos a tener una reunión con familiares de los fallecidos. Estamos preparando una misa para los compañeros”, señaló un dirigente de la Federación Yungas Chapare, Ponciano Medina.
Cada 15 de mes se ofrecía una misa en los altares de los 10 fallecidos. Ahora será el cabo de año del hecho fatídico en la historia.
Las 10 vidas que se recordarán hoy son de: César Sipe Mérida, Armando Carvallo Escóbar, Juan López Apaza, Plácido Rojas Delgadillo, Omar Calle Siles, Marcos Vargas Martínez, Emilio Colque León, Lucas Sánchez Valencia, Roberto Sejas Escóbar y Julio Pinto Mamani.
Las fotos de cada uno de ellos se encuentran en el altar de Huayllani; un lugar al que nunca el faltaron flores y que fue constantemente visitado por personas que querían hacer una oración o por curiosidad de este lugar que ahora cuenta una historia de luto.
Los altares que reflejan intolerancia en Cochabamba
La intolerancia es asesina en Cochabamba. Los conflictos entre los pobladores de este departamento que marcaron la historia en los últimos 20 años siempre tuvieron momentos de luto.
La Guerra del Agua ocurrió hace ya 23 años. El clamor de la gente para evitar que la factura de este servicio básico aumente desproporcionalmente se cobró la vida de seis personas. No se hicieron altares, pero se suele recordar sus vidas con misas conmemorativas. El 11 de enero de 2007 también enlutó a Cochabamba. Tres personas fallecieron en un enfrentamiento también entre citadinos y campesinos por temas políticos.
El altar de Cristian Urresti es la memoria viva de este día. Igual hay una placa en honor a Juan Ticacolque, que falleció por un impacto de balín y el productor de coca Luiciano Colque también es recordado por los enfrentamientos de este día.
Las brechas entre ciudad y campo parecían haberse apaciguado con el paso de los años, pero no fue así. Los conflictos poselectorales volvieron a desnudar el racismo e intolerancia entre cochabambinos.
Enfrentamientos entre pobladores de un mismo departamento que se ven diferentes entre unos y otros y que terminan cobrándose la vida de personas. En Huayculi, Quillacollo, también se lamentó un fallecimiento en estos hechos de violencia.