Acusado de vender armas al MAS y con 9 procesos, pide volver a la Policía
Al menos ocho procesos disciplinarios sancionados por la Ley 101 y una denuncia penal son los casos que afronta Ismael Marquina, el expolicía dado de baja de manera definitiva tras haber sido acusado de vender granadas de gas a grupos del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el trópico cochabambino, durante los conflictos poselectorales de 2019.
“Es un año que me iniciaron el proceso. Les puedo mostrar mi cuadernillo de investigación, las pruebas, que me demuestren con qué pruebas iniciaron el proceso. A mí me aprehendieron aquí en el Comando, estaba con mi uniforme y no tenía ni un arma”, dijo Marquina, quien agregó que viajará a La Paz para apelar su baja y retornar a la Policía.
“Se me ejecutorió la baja cuando yo estaba detenido. Mi caso no está cerrado. Todavía debo afrontar un juicio oral. No haré uso del poder si me dicen que he cometido delitos. Iré a la cárcel porque, a fin de cuentas, la cárcel es otro lugar donde se pueda vivir”, dijo.
Marquina participó ayer con las víctimas del caso Sacaba en la audiencia del excomandante militar Alfredo Cuéllar.
Los antecedentes muestran que Marquina tiene ocho procesos disciplinarios, todos por “faltar al servicio”. El expolicía también cumplía su rol de dirigente cocalero, razón por la que asistía los días de servicio. Durante el acuartelamiento policial de 2019, Marquína prefirió bloquear carreteras en el trópico y dejó descuidado su cargo.
Tras el motín policial de 2019, un grupo de oficiales con denuncias disciplinarias quemó más del 90 por ciento de los documentos que había en el Tribunal Disciplinario, entre los cuales estaban los procesos de Marquina. Sin embargo, se cuenta con pruebas digitales.
Ministro respalda a Marquina
El pasado 20 de noviembre, el Gobierno anunció la liberación del exsargento de policía Ismael Marquina, acusado de haber vendido armamento policial a los manifestantes afines al MAS en el trópico cochabambino, durante los conflictos poselectorales de 2019.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, lo presentó como un policía “que rehusó a amotinarse y a recibir sobornos por parte de quienes organizaron el golpe”.
Los antecedentes muestran que Marquina también tiene denuncias por estafa, robo, lesiones graves y leves y violencia intrafamiliar.