Creemos rechaza proyecto sobre impuesto a grandes fortunas y lo califica de político y demagógico
La senadora de Creemos, Centa Rek, rechazó hoy el proyecto de ley que crea el “Impuesto a las Grandes Fortunas”, dirigido a personas que tengan más de 30 millones de bolivianos de patrimonio.
“Creemos rechaza contundentemente la pretensión del Gobierno de imponer una medida demagógica que, en lugar de buscar la reactivación económica solo tiene la intención de empobrecer al país y alejar nuevas inversiones”, manifestó.
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En ese sentido, calificó a la norma como una medida demagógica de carácter político-ideológico cuyas consecuencias serán negativas para el país.
“Es evidente que la creación de este impuesto implica un posicionamiento de carácter ideológico-político más que de captación de recursos. El impuesto a la riqueza está destinado a castigar a la persona que invirtió en el país y en el aparato productivo o en empresas de servicios; su aplicación va a tener consecuencias negativas como sucedió en otros países donde buscaron aplicar la misma medida”, señaló Rek.
El proyecto de ley será debatido hoy en la Cámara de Diputados. Posteriormente será remitido al Senado, donde se plantearán todas las observaciones respecto a su viabilidad.
La legisladora por Santa Cruz recordó que la máxima autoridad de Economía, Marcelo Montenegro, en su afán de justificar la medida dijo que solo afectará a 150 personas con grandes fortunas, esperando recaudar 100 millones de bolivianos, es decir, 14 millones de dólares que no alcanza ni para un bono, ni para cubrir las necesidades económicas del país, según una nota de prensa.
“Para el bono Juancito Pinto se necesita 63 millones de dólares aproximadamente en cada gestión; para el pago del bono Juana Azurduy se requiere de 22,3 millones de dólares; para cubrir el bono Contra la Pobreza se destinó 575 millones de dólares, financiados con endeudamiento externo; por lo tanto, el Gobierno tendrá que justificar el uso que dará a una recaudación tan exigua que, esperamos, no sea para cubrir los gastos insulsos del Ejecutivo”, enfatizó Rek.
Sobre las consecuencias negativas, Rek estimó que este nuevo impuesto sólo va a generar una nueva fuga de capitales y una desaceleración en las inversiones en el país, en un momento donde se necesita una mayor captación de recursos.
Agregó que Bolivia está copiando el modelo argentino, donde no se tiene ningún indicador que sea positivo.
Rek manifestó además que ese país aplicará esa medida por una sola vez y Bolivia pretende hacerlo de forma permanente, lo que implicará que muchos inversionistas busquen otros horizontes en regiones con seguridad jurídica y económica.