Muere Christian Schilling, que mantuvo a Inti como una de las empresas emblemáticas de Bolivia
El gerente general de droguería Inti, Christian Schilling, falleció hoy por complicaciones causadas por la Covid-19 generando pesar en amplios círculos empresariales y entre sus familiares y amigos.
Schilling fue el gerente que perteneció a la tercera generación de la familia a cargo de Inti, una de las empresas más emblemáticas del país, que entre otros productos comercializa Mentisán, una pomada en base a menta de uso extendido.
“Cuando murió mi papá yo tenía 44 años, y hacía 13 años que trabajaba en Inti. Ninguno de mis hermanos mostró interés en la empresa, así que naturalmente me tocó a mí hacerme cargo, ahora en el puesto de la gerencia general”, dijo Schilling entrevistado por Marcos Grisi.
Agregó: “Gracias al trabajo que hicieron mi abuelo, mi papá, mi tío y el gran equipo de colaboradores que los acompañaron, pude heredar el manejo de una compañía muy bien posicionada en el mercado, con buenas representaciones y licencias de producción, pero a la vez con muchos retos por delante”.
Según la entrevista, uno de los retos que tuvo Christian fue cambiar la cultura corporativa de la empresa, que admitió que era “muy vertical” bajo su abuelo y su padre.
“En la empresa se acostumbraba a delegar hacia arriba, que no iba con mi forma de ver las cosas. Delegar hacia arriba significa que yo como empleado no me arriesgo a tomar una decisión, que la tome mi jefe. Cambiar eso en las cabezas de las personas para que ellos sean responsables de lo que hacen, ha sido complicado”, expresó.
El abuelo de Christian, Ernest Schilling Huhn, fundó la empresa el 2 de agosto de 1947. Había nacido en 1902 en Hamburgo, Alemania. Se enteró que un señor Albrecht tenía una droguería en Bolivia y aceptó la oferta de trabajo. Era 1925. Años después fundó Inti. El otro Laboratorio importante de Bolivia es Vita, creado en 1936, fue fundado por José Kieffer y su esposa Aída Herrada.
A principios de los años 60 los hijos de Ernesto Schilling, Dieter (padre de Christian) y Ernesto (h) se hicieron cargo de la empresa. A la muerte de Dieter, le tocó a Christian hacerse cargo de la misma, manteniendo los mismos estándares de calidad y de profesionalismo que marcaron la fábrica por tres generaciones.
