Ana Paola Hurtado, la boliviana que tiene su espacio laboral en el océano
Ana Paola Hurtado cumple sus jornadas laborales de manera distinta. Si bien respeta sus horarios, su oficina recorre los mares, por la determinación de priorizar el teletrabajo para evitar contagios de Covid-19.
La jornada de Ana Paola inicia a las 6:50, luego del desayuno está el trabajo desde las 7:30, almuerza, retorna a sus obligaciones laborales hasta las 20:00 aproximadamente, luego la cena y una serie de Netflix para cerrar el día.
Parece un día laboral normal, pero todos los momentos transcurren en un barco que recorre la costa atlántica estadounidense desde hace 10 meses.
Hurtado es boliviana, tiene 25 años y es parte de la comunidad de “nómadas digitales”. En el caso de Ana Paola pasa sus días junto a su esposo, Luis Velit, en El Cebiche, un “trole” de fabricación francesa.
“Todo esto surgió gracias a la pandemia. Ser ‘nómada digital’ es una alternativa de oportunidad para muchos profesionales que pueden desempeñar sus funciones, usando e incorporando internet desde su casa. Nosotros decidimos viajar en El Cebiche y trabajar desde acá”, contó Hurtado a Brújula Digital.
Usa el término nómada para describir lo que era uno de sus sueños: viajar por el mar cumpliendo, además, con su trabajo. “Si eliges ser nómada tiene que gustarte cambiar de locación, dejar tu lugar cómodo y vivir formando un estilo de vida nuevo”, explicó.
Sin embargo, no todo es comodidad en el viaje de la pareja. Se requiere limpiar el barco con frecuencia y, muchas veces, los pequeños espacios de éste pueden ser molestos. “Debemos prepararnos para una eventual tormenta o evitar encallar, siempre tener alimento suficiente, etcétera”, narró Hurtado.
Hurtado espera que, cuando las restricciones por la pandemia terminen, no tenga que volver a tocar tierra para ir a su trabajo.