Obispos del país se reúnen en Cochabamba; llaman a buscar un pacto social
“Es tiempo de apostar por una cultura de encuentro fraterno e integración (…) Mucho más en este tiempo de pandemia. Necesitamos apoyarnos y colaborarnos. La división, con motivos de cualquier tipo, nos destruye”, instó el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Ricardo Centellas, este martes en su discurso de inauguración de la CVIII Asamblea de Obispos del país.
El obispo puntualizó que el país está paralizado hace años en su desarrollo integral, tiene demasiados conflictos, continuas expresiones de violencia y actitudes contradictorias que no ayudan a profundizar una cultura de convivencia pacífica y familiar.
“Vivimos una inversión de valores, donde la mentira ha sido instrumentalizada para defender intereses. Sólo desvirtúa la realidad de los hechos. No hay peor esclavitud que vivir aferrado a engaños, propios o ajenos, como pretexto para no asumir responsabilidades ante hechos evidentes”, dijo.
Agregó que en una confusión social como ésta, las prioridades de Estado se pierden en atenciones secundarias.
Señaló que nuestra democracia “débil, raquítica y sin sustento institucional en la que no se respeta la dignidad de la persona”, no debe ser una oportunidad para aprovecharse de los pocos recursos que tiene el país, sino para buscar un pacto social, a través del diálogo y consenso, para encontrar lo que realmente necesita Bolivia.
Los obispos del país se reúnen en la Casa Cardenal Maurer de la Arquidiócesis de Cochabamba, en un encuentro semipresencial. Participan de la Asamblea el Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica de Bolivia, Febin Sebastian, y el Cardenal Toribio Porco Ticona.
Hasta el 16 de abril tratarán temas pastorales y analizarán la realidad nacional. Un tema central será la reflexión sobre el servicio que como Iglesia presta a la educación, tanto en colegios como en la universidad.
“Aprovechemos la diversidad de instancias y medios que tenemos para motivar y realizar una formación integral, centrada en la persona: capaz de decidir por sí mismo, coherente con los principios humanos y cristianos y ser un aporte positivo a la sociedad para apoyar la construcción de un mundo más fraterno, solidario y humano”, dijo al respecto Centellas.
Crisis sanitaria mundial
“Un diminuto virus pone dolorosamente en evidencia la polaridad en la que vivimos, puesto que para unos ha significado abrirse al hermano, hacerse más solidarios, salir del individualismo. Lamentablemente, para muchos otros, la pandemia ha puesto en evidencia la incapacidad de actuar conjuntamente, demostrando una vez más que los derechos humanos no son iguales para todos y olvidando que estamos todos en la misma barca”, señaló por su parte el representante del Vaticano, Febin Sebastian.