Daniela Calderón: “La comunicación sin gestión es engaño o manipulación”
La comunicación gubernamental es un elemento fundamental para cualquier gobierno que busca contacto con la ciudadanía y una gestión exitosa. Una buena comunicación ayuda a dar respuesta a las necesidades políticas y sociales en contextos complejos, como el boliviano.
Los Tiempos entrevistó sobre esta temática a Daniela Calderón, experta en comunicación política y ganadora este año del “Global Democracy Award”, otorgado por The Napolitan Victory Award en Washington, Estados Unidos.
¿Cómo caracteriza la comunicación gubernamental en el nivel central ?
Podemos verla desde dos aspectos, el aparato del Estado como tal y el presidente. La comunicación gubernamental de esta gestión está aún muy dispersa y no logra difundir los pilares estratégicos de beneficio para el ciudadano. Se nota que las instituciones y los actores tienen mandato propio. Por otro lado, la comunicación interna no ha sido aterrizada, esto se percibe en declaraciones de los actores políticos, así como sus posiciones encontradas sobre los mismos temas siendo del mismo partido.
El presidente Luis Arce no sale ante los medios, ¿es parte de su estrategia?
No considero que este sea un gobierno improvisado en cuanto al manejo de la imagen del presidente Arce, desde la campaña se trabajó en él, el arquetipo del sabio. En los tiempos de crisis se protege aún más la imagen del máximo líder y el país ha estado en constante crisis. Sin embargo, en sus apariciones se nota un discurso muy arraigado al MAS, muy focalizado en satisfacer a sus bases políticas, olvidándose a veces que es presidente de todos los bolivianos.
¿Cómo debe ser una comunicación eficaz?
Tener una estrategia clara; voceros calificados que gocen del respeto de las audiencias; las temáticas de gestión; tener la narrativa precisa para establecer los lazos de confianza, vale decir, dar sentido de identificación entre el líder y el votante o el ciudadano; ser construccionista, en el sentido de tener las “vacunas” para evitar ataques o saber salir de estos; trabajar con un equipo de comunicación permanente y capacitado; construir una relación sana y sólida con los medios de comunicación; convertirse en fuente de información para las redes y, por último, que más bien, el ciudadano debería ser el principal objetivo.
¿Cómo ve al Viceministerio de Comunicación?
Lo más complicado que tiene el Viceministerio, asumo, es la organización interna. Si bien Gabriela Alcón tiene una hoja de vida interesante, de expectable experiencia en la comunicación y en la política; trabajar la comunicación gubernamental con tantos frentes internos y externos es, sin duda, de alta complejidad. Es importante que puedan trabajar en una campaña de reputación para mostrar lo positivo que puede ofrecer el presidente y la gestión en sí misma. La credibilidad no se basa en las arengas políticas.
¿Y la comunicación en niveles subnacionales?
Son muy pocos los gobiernos departamentales o municipales que trabajan la comunicación política de forma profesional, organizada. Eso responde a que no todos los políticos o autoridades creen que necesitan asistencia profesional en este campo. Los políticos de nuestro país no tienen en cuenta que la comunicación política es casi el 50% de la gestión y sin ella, sin la visibilidad adecuada, no lograrán la aceptación en la opinión pública. Al igual que los actores viven del aplauso, los políticos viven de la aprobación ciudadana. Construir una imagen aceptable en política no es fácil y consolidar un buen equipo de comunicación, tampoco.
¿La comunicación podría disminuir conflictos?
¡Sí! Existen técnicas y estrategias para esto, hay que concentrarse en la reputación del líder o de la organización, tener la conexión con la ciudadanía y sobre todo hacer algo de lo que no se hace generalmente y es prospección. Las crisis o los conflictos pueden evitarse si se tiene conciencia de las acciones tanto de uno como del otro frente, ya sea oposición u oficialismo. El seguimiento y análisis es importante para cualquier actor político, ya sea para provocar o defender, las crisis se provocan o se contienen. Es mejor la proactividad que la reactividad.
¿Cómo observa el manejo comunicacional de la crisis por la Covid-19?
Ha sido muy deficiente, primero, porque no alcanzaron a informar lo suficiente como para amainar el miedo de la población. La desinformación reinó en este caso particular, nos percatamos que hasta ahora no es suficiente lo que se ha trabajado. Esto no sólo tiene que ver con comunicación, sino también con la gestión, porque comunicación sin gestión es engaño o manipulación. Ha perjudicado mucho la desconexión entre los niveles central, departamentales y municipales, así como también el cambio de gobierno y las elecciones. Hasta hoy que estamos en pandemia aún a los líderes políticos no les interesa el resultado que puedan generar las movilizaciones de gente.
Fue galardonada en los Napolitan Victory Awards este año.
Es el cuarto premio internacional consecutivo; el primero fue en España el 2019 por la campaña con el municipio de Porvenir; el 2020 por la campaña con visión de género “Las niñas pueden”; este año el Global Democracy Award por la Red Latinoamericana de Mujeres, que promueve la identificación de la violencia.
Calderón es abogada, con maestría en comunicación política, marketing electoral y comunicación estratégica. Es directora de género de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos y CEO de Asterisco Estrategia y Comunicación.
TRES BOLIVIANOS DESTACARON
Los bolivianos galardonados en los Napolitan Victory Award, organizado por The Washington Academy of Political Arts & Sciences, fueron tres. Daniela Calderón Salazar recibió el “Global Democracy Award 2021” por su trabajo empoderando mujeres a lo largo de Latinoamérica; el equipo de Marcelo Sosa fue galardonado por la campaña a la Gobernación de Tarija de Adrián Oliva, en la categoría Campaña de Contraste, y Enrique Mendieta, junto con el equipo de Súmate, recibió una mención en la categoría “Regional Awards” Mejor Campaña Municipal por la campaña en las elecciones a la Alcaldía de Cochabamba.