Según InSight Crime: El cártel PCC tiene tierras y su centro de operaciones en Chapare
Que uno de los cárteles más peligrosos de Brasil tenga emisarios en Bolivia, ya no es novedad. Prueba de ello son los sicarios que operan y dejan muertes en territorio nacional. Sin embargo, esta organización criminal avanzó más; actualmente tiene tierras y su centro de operaciones en el Chapare, una de las zonas cocaleras del país.
“Se dice que miembros de la organización han adquirido propiedades rurales en todo el estado de Mato Grosso para facilitar el transporte de pasta base de cocaína, que por lo general traen de Bolivia. También se sabe que el grupo ha adquirido propiedades en la región de Chapare en Bolivia con el mismo propósito”, señala parte de un análisis realizado por InSight Crime, un medio de comunicación internacional de investigación en temas de seguridad de Estado y otros.
El texto se publicó en octubre de 2020, basado en información proporcionada por Marcio Sergio Christino, fiscal estatal en San Pablo y coautor de un libro que investigó al PCC.
“Bolivia es el origen de la cocaína que el PCC transporta y vende”, declaró Marcio Sergio Christino a InSight Crime.
Un excomandante de la Policía en servicio pasivo, que trabajó en temas relacionados con las fronteras y narcotráfico, informó a Página Siete que la ruta que manejan los miembros del PCC parte del Chapare, en Bolivia, y termina en Mato Grosso, en Brasil. “Ya no somos un país de tránsito. La cocaína del Chapare la cristalizan en las provincias de Santa Cruz y de ahí parten a Brasil. El destino final siempre serán países de Europa y Estados Unidos”, dijo.
Según el fiscal Christino, la presencia del PCC en Bolivia es resultado de su asociación con los “cárteles productores”. “Entre más se expande el tráfico, más fuerza gana el PCC. Los productores locales de cocaína se enriquecen con la logística que el PCC les brinda”. A eso se suma los informes de la Unodc de 2018 y 2019 que señalan que el 90% de la coca producida en el Chapare no pasa por el mercado legal.
Mato Grosso es un bastión del PCC. La investigación de InSight Crimen señala que la organización criminal más poderosa y numerosa de Brasil mantuvo presencia por largo tiempo en Porto Esperidião y otros municipios del estado, “para facilitar su acceso a la cocaína producida en la vecina Bolivia”.
Hace más de dos semanas se registraron dos muertes violentas: una en la población fronteriza de San Matías, Santa Cruz, y la otra en la capital cruceña. Ambas personas recibieron entre siete y 11 balazos y fueron identificados como “capos” del narcotráfico con antecedentes.
Después de conocer estos asesinatos, policías antidroga hicieron operativos cerca de la frontera con Brasil y también confirmaron la presencia de integrantes del PCC y también de su principal enemigo, el cártel más antiguo de Brasil, Comando de Vermehlo (CV) o Comando Rojo.
El fiscal Christino señala que el CV tiene una presencia importante en Mato Grosso. “El predominio de la ruta Bolivia/Paraguay/Brasil por el PCC es la causa del conflicto entre el PCC y el CV. Hoy en día, el PCC intenta dominar la ruta norte y, por ende, asfixiar al CV. Esta es aún una disputa no definida, que ha dejado masacres en prisiones y numerosos homicidios”.
No obstante, pese a estas investigaciones y otras que se siguen, el Gobierno boliviano niega la presencia de cárteles de narcotráfico.
En octubre de 2021, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, descartó la presencia de cárteles de droga de Brasil en Bolivia. “Descartamos la presencia de carteles internacionales dentro del territorio nacional, no obstante también debemos manifestar que existen personas que están dedicadas a estas actividades ilícitas, sino no tendría razón de ser la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico. Trabajamos todos los días a toda hora para desbaratar estas organizaciones criminales”.