Alerta Sube la fuga de industrias en La Paz, pero aumenta la burocracia estatal
La Paz no sólo se ha convertido en un departamento expulsor de la industria, sino que en los últimos años se ha visto un incremento en la fuga de su personal calificado hacia otras regiones, como Santa Cruz, y un aumento de trabajadores cuya mejor opción laboral es el servicio público, de acuerdo a la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz).
“La Paz se está convirtiendo en un departamento expulsor en vez de generador de nuevas industrias, muchas industrias han migrado hacia Santa Cruz. Pero no sólo han migrado las industrias, están migrando los talentos y la gente joven de La
Paz hacia el oriente y eso también tiene que preocuparnos, porque La Paz se está volviendo en una ciudad donde la única ambición es trabajar en el aparato estatal”, manifestó la presidenta de Cadinpaz, Cynthia Aramayo.
Actualmente, La Paz se encuentra segundo en el Producto Interno Bruto (PIB) industrial con 25 por ciento, mientras que Santa Cruz va encima del 34 por ciento y se aleja gradualmente cada año. Cochabamba ocupa el tercer puesto con 22 por ciento.
De las 36 mil industrias del país, 11 mil están en La Paz. “En ese contexto, hay un proceso de migración paulatina”, resaltó el asesor económico de la Cámara Nacional de Industria (CNI), Hugo Siles.
De acuerdo al censo de 2012, 84.300 personas migraron de La Paz a Santa Cruz y 80.500 a Cochabamba. El departamento de Santa Cruz se convirtió en el primero en recibir inmigrantes dentro el territorio nacional.
Por otro lado, si bien la población de La Paz creció entre los censos 2021 y 2012, la proporción que representa a nivel nacional disminuyó de 28,4 por ciento a 27 por ciento.
Aramayo manifestó que se puede ver que “todos” los jóvenes que estudian en La Paz tienen puesto el ojo en Santa Cruz para desenvolverse profesionalmente. “Hoy todos quieren ir a Santa Cruz y eso debe preocupar a los paceños, porque nos vamos a quedar los que somos por encima de los 50 años, con una productividad que ya deja de ser tan eficaz”, dijo.
Por otro lado, el aparato estatal, fuertemente concentrado en La Paz, va en aumento cada año. En febrero de 2020, una publicación del diario Página Siete señalaba que el aparato estatal tenía casi 527 mil dependientes, y que cada año la planilla crece hasta en un 10 por ciento. Los trabajadores de las empresas públicas sumaban entonces 35 mil.
Con este panorama, el futuro de la ciudad de La Paz se vislumbra cada vez con más funcionarios públicos, lo cual no significa necesariamente capital humano, según Siles.
“La demanda de profesionales en el sector público no es por competencia y meritocracia. Entonces no necesariamente estás trayendo capital humano”, explicó.
Entre las causas de la migración de industrias y lo que Aramayo llama “fuga de cerebros” está la excesiva burocracia para conformar empresas y atraer inversiones privadas en el departamento paceño. A esto se suma la competencia que representa el sector público, el cual ofrece salarios mucho más altos que el privado y que, además, está en constante expansión con la creación de nuevas empresas públicas.
No se puede dejar de lado la conflictividad social, los frecuentes bloqueos y manifestaciones en las ciudades de La Paz y
El Alto, así como el incremento del contrabando y la informalidad.
“El perfil de El Alto se ha visto afectado por el contrabando y la informalidad. En los últimos años, los países vecinos han devaluado sus monedas y eso ha generado contrabando creciente hacia Bolivia y en especial hacia El Alto”, acotó Siles.
La migración de industrias, emprendedores y de capital humano no sólo se da dentro de las fronteras bolivianas, sino también a países vecinos con mejores condiciones para emprender, como Chile, Perú y Paraguay, añadió Aramayo.