Ven obsoleto el modelo económico del Gobierno y destacan el cruceño
Economistas señalaron que el modelo productivo cruceño se ha convertido en el bastión económico de Bolivia, puesto que aporta más del 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Por esto, manifestaron que este modelo funciona a diferencia del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp) que el Gobierno nacional aplica desde 2006.
Además, dijeron que el modelo del Gobierno, en los últimos años, dejó de generar riqueza económica, por lo que consideraron que está ya ha caducado y pidieron cambiarlo para salir del estancamiento.
Santa Cruz aportó más de 12.335 millones de dólares al PIB nacional en 2021. Además, produce el 76 por ciento de los alimentos del país y aporta con 32 por ciento a las exportaciones totales, con el 75 por ciento a las exportaciones no tradicionales y con 87 por ciento a las agroexportaciones.
El economista Germán Molina señaló que el aparato productivo de Santa Cruz es resultado de la consolidación de la industria, comercio y agroindustria, a partir de un modelo de libertad económica, con mirada al mercado interno y que apuesta por excedentes para su exportación.
En cambio, el Mescp le da al Estado un importante rol en la economía, como planificador, benefactor, empresario, inversionista, banquero, regulador y promotor.
En ese modelo, el Estado es el actor fundamental, promotor, organizador, redistribuidor del ingreso, el jugador más importante de este equipo. Luego está la empresa privada y la economía social cooperativista.
Para el economista Joshua Bellott Sáenz, este modelo económico a sus 16 años ya ha caducado, por lo que, dijo, es importante reemplazarlo por otro.
“Este modelo sólo funcionaba a través del gasto y andaba bien por la subida de precio de las materias primas, pero ahora nos quedamos sin ingresos. Este (modelo) está agotado, si seguimos haciendo lo mismo de siempre nada va a cambiar en el país, es urgente pensar en Bolivia con otro tipo de modelo y no sólo en las pequeñas logias que apoyan o son del Gobierno”, dijo.
En sus inicios, el modelo fue muy exitoso porque generó un interesante crecimiento entre 2008 y 2014. Sin embargo, a partir de 2015 hubo una desaceleración de la economía, en 2019 un crecimiento de 2,2 por ciento del PIB, pese a que en 2013 se había llegado a 6,8 por ciento.
“El 2020 significó un momento malo para todos, no por el mal manejo económico -ya que no cambió nada-, sino porque se paralizó la economía. Hecho que desnudó algunos problemas estructurales del modelo”, aseguró Bellott.
“La pregunta es si este modelo está diseñado para todos los bolivianos, o si sólo unos pocos son los beneficiados. Es importante dilucidar esta interrogante, en vista de que durante todos estos años la población trabajadora informal creció preocupantemente”, señaló.
En 2014 las exportaciones gubernamentales representaban el 16 por ciento del total de las exportaciones del país, pero en 2020 cayeron a un 5 por ciento. La exportación de gas natural se redujo en más de 4.500 millones de dólares desde 2014, y, además, el 2021 se exportó un poco más de 2.200 millones de dólares y se importó combustible por una cifra muy cercana a ese monto. Por lo tanto, los ingresos netos del Estado se fueron reduciendo paulatinamente.
Actualmente, con un nivel de deuda pública equivalente al 81 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), la capacidad de endeudamiento del país se acerca al límite. Ante esta situación, el economista Jaime Dunn advirtió que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo del Gobierno no es sostenible, puesto que, sin ingresos por venta de gas ni muchas posibilidades de acceder a créditos, tiende a expirar.
Según el especialista, el modelo se basa en aprovechar los excedentes de las empresas estratégicas, particularmente Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para distribuirlos a través del Estado. Esto ocurrió hasta 2014, cuando se reportó en el país el primer año de déficit fiscal después de varias gestiones de superávit.
“El modelo económico va a seguir vigente hasta cuando ya no pueda endeudarse más el país, y el límite al que ha llegado hoy ya es muy alto, porque estamos hablando con datos a 2021 con más del 81 por ciento sobre el PIB, pero, según organismos internacionales, en la actualidad habríamos llegado a cerca del 84 por ciento”, explicó Dunn.
Además, mencionó que el país se encuentra al límite del acceso a financiamiento externo no solamente por la disminución de su calidad crediticia, sino por su escaso margen de endeudamiento. Esto se comprueba, según el especialista, en la colocación de sólo 850 millones de dólares de bonos soberanos de un total de 2 mil millones emitidos en 2021.
Destacan sostenibilidad del modelo cruceño
El economista Germán Molina afirmó que lo importante es la sostenibilidad de los modelos económicos y el cruceño es sostenible porque está basado en la iniciativa privada y el emprendimiento.
En cambio, en el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp) se ha quitado los incentivos a las personas y al sector privado.
Según Molina, el modelo gubernamental, a través de la fiscalización y la elevación de impuestos, trámites burocráticos, cuotas de exportación, no permite la inversión extranjera directa en rubros exclusivos del Estado, como minería, hidrocarburo y litio.
“El modelo cruceño es el que está logrando resultados con base en los incentivos económicos que tiene a la iniciativa privada de los hogares, en las empresas, frente al otro modelo donde se ha quitado los incentivos, porque ellos consideran que el único que podría incursionar en diferentes ámbitos es el Estado, por eso, ha creado empresas públicas, pero muchas de ellas tienen problemas”, dijo.
En semanas pasadas, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, indicó que el crecimiento económico de Santa Cruz no era una casualidad y que se debe al Mescp.
“Estas son las ventajas del modelo, porque la inversión pública atrae a la inversión privada. Es complementaria y la ayuda a tener mejores rendimientos”, precisó Montenegro.