Maestros urbanos y rurales ponen en jaque al Gobierno con huelgas y marchas
La dirigencia del magisterio urbano boliviano ingresó ayer en huelga de hambre en demanda de atención a sus pedidos. En tanto, la violencia retornó a las calles de la ciudad de La Paz por la represión de los efectivos policiales a la marcha de los maestros. A su vez, el magisterio rural anuncia una movilización desde Ayo Ayo hacia la sede de gobierno con otras exigencias diferentes a los del sector urbano.
“No nos queda otro camino, seguir extremando medidas, seguir en las calles porque él no importismo del Gobierno está molestando de manera gruesa ya en el magisterio urbano de Bolivia. Y, si piensan que nos van a cansar, no va a suceder aquello”, manifestó el dirigente de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (Cteub), Patricio Molina.
Adelantó que, el viernes, los ejecutivos del magisterio urbano boliviano pondrán en ejecución la medida de “un tapiado extremo, sin acceso a agua ni a luz”.
Violencia
Ayer, los maestros se movilizaron en el centro paceño para ratificar la demanda de nuevos ítems, atención al déficit histórico de horas sin pago, rechazo a la nueva malla curricular, aumento de presupuesto para educación y realización del congreso educativo.
Los profesores partieron desde la Casa Social del Maestro. Al llegar a la avenida Arce, en inmediaciones del Ministerio de Educación, resguardada la vía por los uniformados que les impedía el libre tránsito, los movilizados utilizaron petardos en contra de la barrera de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP).
Ante este hecho, los uniformados reaccionaron haciendo uso de balines de pintura, disparados por una pistola de paintball, y gas pimienta para dispersar a la turba. Por varios minutos, los maestros fueron dispersados, pero luego volvieron a reagruparse.
Magisterio rural
La Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia (Conmerb) partió ayer en una marcha desde la localidad altiplánica de Ayo Ayo, ubicada a 79 kilómetros de La Paz, con unas cuatro demandas para las autoridades. La protesta pretende arribar a la sede de gobierno el viernes y espera sumar el apoyo de sus colegas del sector urbano.
“Hemos empezado alrededor de 300 compañeros, el resto de los dirigentes se unirán mañana (hoy)y el jueves”, dijo el dirigente de los maestros rurales de La Paz, Rufino Lluta.
El Defensor llama a diálogo
El defensor del pueblo, Pedro Callisaya, convocó al Magisterio Urbano y al Gobierno para que retomen el diálogo, a fin de dar solución al conflicto que ingresó en su octava semana y evitar a que se produzcan medidas de presión radicales como la huelga de hambre o un posible tapiado de dirigentes.
“Estamos haciendo una invitación formal a que se retorne a este espacio de resolución de conflictividad. Hemos tratado de comunicarnos con el Ministro de Educación. Vamos a mandar las notas correspondientes a ambas partes”, dijo.