Pese a las leyes del MAS para frenar la corrupción, ésta mantiene índices altos
Vanos son los esfuerzos del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) para luchar contra la corrupción. La normativa estructurada para el efecto sólo se constituyó en letra muerta, porque el índice de percepción sobre esta problemática no mejora y Bolivia ocupa el puesto 126 de 180 del ranking de corrupción gubernamental, según datos de Transparencia Internacional. Entre 2006 y 2022, el país estuvo por encima del lugar 100, a excepción de 2015 que se ubicó en el 98. Analistas y asambleístas de oposición manifestaron que esta batalla es un fracaso.
Esta apreciación surge a raíz del planteamiento del Ejecutivo de elaborar un anteproyecto de ley para enfrentar este flagelo. Sostuvieron que los instrumentos están disponibles, pero, lamentablemente, las normas se burlan.
El MAS, tras llegar al poder, estableció su lucha contra la corrupción con la aplicación de tres mecanismos: a) Mediante el DS N° 29894, de 7 de febrero de 2009, se crea por primera vez el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción, para cambiar los “patrones culturales que se encuentran en la mentalidad y en el comportamiento de las personas”; b) Mediante el DS N° 0214, de 22 de julio de 2009, se define la Política Nacional de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, y c) Mediante la Ley N° 004, de 3 1 de marzo de 2010 (Ley de Lucha Contra la Corrupción,
Enriquecimiento Ilícito e Investigación de Fortunas Marcelo Quiroga Santa Cruz), se establecen “mecanismos y procedimientos en el marco de la Constitución Política del Estado, leyes, tratados internacionales, destinados a prevenir, investigar, procesar y sancionar actos de corrupción.
El abogado constitucionalista Marco Antonio Baldivieso Jinés dijo que la normativa se aplica de acuerdo con el color de lente con que se mire, es decir, independiente, opositor o afín al partido gobernante.
Vulneración
“El principio y la garantía de igualdad se vulneran todos los días. Si una persona independiente es corrupta, le meten 30 años de cárcel, por lo que sea, por pintar paredes, aunque sea, pero si es corrupto del partido político en función de gobierno, no le hacen nada, no queda, ni se les admite la denuncia. Estamos muy mal, lamentablemente, no veo luz al final del túnel”, afirmó.
A su vez, el economista y exdirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Lucio Gonzáles Alanes, señaló que la lucha contra la corrupción del MAS es “puro relato”.
“Impulsa acciones a efectos de combatir la corrupción, que al margen de hacer énfasis en el sector público, interviene en el sector privado”, dijo el analista.
Percepción ciudadana
Entre 2018 y 2022, de acuerdo con la organización Transparencia Internacional, la percepción de los ciudadanos sobre la corrupción en el sector público en Bolivia ha empeorado, lo que representa un descenso de su posición en el ranking internacional. En 2018, en el gobierno de Evo Morales, Bolivia estaba en el lugar 132, con un índice de 29. Según el índice, cuando este se acerca más a cero, hay mayor corrupción, por el contrario, cuanto más cerca está de 100, la percepción es de muy bajos niveles de corrupción.