De 41 mil profesionales que se titulan por año, sólo 10 mil logran conseguir trabajo
Cada año se titulan de las universidades, tanto públicas como privadas, un promedio de 41 mil nuevos profesionales en Bolivia, de los cuales sólo 10 mil consiguen empleo, lo que representa un 24,39 por ciento del total de egresados, según un estudio realizado por la Universidad Central ( ).
El coordinador nacional de Marketing de Unicen, Boris Ugarte, señala que esta cantidad de profesionales desempleados se incrementa con aquellos que egresan de los institutos técnicos medios y superiores.
El estudio, con base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hace referencia también a que el 49,5 por ciento de los profesionales está subempleado; es decir, gana por horas y esos recursos no le alcanzan para cubrir sus necesidades básicas ni las de su familia, explica nuestro entrevistado,
De acuerdo con datos del INE, sólo hay un 15 por ciento de profesionales que está trabajando en las empresas del Estado.
Por su lado, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) señala que sólo seis de cada 10 jóvenes en Bolivia es asalariado y cuatro trabajaban como comisionistas; vale decir, en una situación de precariedad porque no tienen un salario fijo, seguro de salud, aportes a la seguridad social de largo plazo ni otros beneficios.
Ugarte menciona que, a nivel nacional, las ciudades con mayor índice de desempleo de profesionales (entre un 30 y 40 por ciento) es La Paz y Cochabamba, y en menor medida Santa Cruz, porque es una de las capitales con proyección económica.
Mientras que en el resto de las otras ciudades, excepto Tarija, las cifras que se reportan son menores, dice el coordinador nacional de Marketing.
Modernizarse
Ante esta realidad, Ugarte sugiere a las universidades hacer una lectura mucho más clara de lo que está ocurriendo y que modernicen sus planes de estudio u ofertas académicas, porque hay una brecha entre lo que demandan las empresas y lo que las casas de estudios superiores lanzan al mercado como producto, que son esos profesionales que forman en sus aulas.
Coincidente con este criterio, el vicerrector de la Unicen, Christian Arnez, sostiene que las universidades deben realizar un análisis de qué es lo que requiere el mercado laboral boliviano y no estar copiando el currículum educativo de otros países.
“La realidad laboral boliviana es muy diferente, tiene sus propias singularidades; entonces, el perfil de formación que debemos buscar en nuestros profesionales debe atender esas singularidades que tiene nuestro país, por lo tanto, no podemos copiar el currículum educativo de otros países cuando el nuestro debe atender las necesidades que se tiene en el área laboral”, enfatiza.
Indica que desde el Ministerio de Educación existen algunos lineamientos que no están completos, ya que el reglamento que regula el funcionamiento de las universidades privadas sólo habla acerca de contenidos, avance de materias y de perfil, pero no hace referencia a ningún requisito específico sobre el tipo de perfil profesional que requiere el país.
“El Ministerio de Educación debería hacer un estudio a nivel nacional y decirnos ‘éstas son las habilidades, éstas son las competencias que se requieren en nuestro país’”, dice.